Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar
De Vicente López Central se vino con algo más que una derrota. Es que sumado al resultado negativo, a que hace ya tres partidos que no logra sumar de a tres, el rendimiento que tuvo el equipo fue muy flojo.
Pero, ¿por qué tendría que ser diferente si Matías Lequi parece hacer lo mismo que Russo? La clave está ahí, si el entrenador no cambia el futuro no será diferente.
Este Central es el mismo que el otro. Pero no el que logró el campeonato en 2023, sino el de todo el 2024. Hay cuestiones que están agotadas, que llevaron a Miguel a dejar el cargo y que si el actual entrenador no las modifica correrá con la misma suerte.
El 4-2-3-1 fue exitoso en el segundo semestre del año anterior. Pero en el primer semestre fracasó y es poco entendible que ahora se revitalice ya que los que lo llevan adelante son los mismos protagonistas.
Central no puede jugar más con este esquema, no puede presentar más un solo delantero. Es que más allá que no le llega la pelota Copetti no es punta solo y Ruben ya no está para jugar solo arriba.
Lequi hace lo mismo hasta acá que hizo Russo. Parece una continuidad de un ciclo que alcanzó la gloria, pero que dejó de funcionar hace rato.
El técnico tiene que poner en cancha algo diferente. Tal vez la cuestión no pasa tanto por los nombres, sino por las formas. Lo primero que debe hacer es modificar el esquema. El 4-2-3-1 ya fracasó y volver a utilizarlo no sería de alguien inteligente.
Central transita días de mediocridad en la faz deportiva. Y está en Lequi hacer que los partidos que restan hasta el final de la Liga se vean cosas distintas. El entrenador debe cambiar para encontrar resultados positivos y funcionamiento. Material hay ya que él aceptó el plantel tal cual estaba. Ahora depende de él y todavía hay tiempo. Pero si no modifica su norte, el final no será otro que un Central sin objetivos por delante mucho tiempo antes de la finalización de la competencia.