El periodista Ricardo Terán, quien forma parte del equipo de trabajo que sostiene el proyecto, dio a CLG detalles de las iniciativas que están llevando adelante
Por Sofía Dalonse – CLG
El sueño de la Hermana Jordán se hizo realidad y sigue más vigente que nunca. La Estación Misionera y el Centro Comunitario “María Madre de la Esperanza” es la comunidad misionera que ella fundó y sigue funcionando con el objetivo de colaborar con los que menos tienen del barrio de Empalme Graneros.
CLG dialogó con el periodista Ricardo Terán, uno de los referentes del equipo de trabajo que asume el compromiso de continuar con la tarea solidaria, quien habló de las iniciativas que están realizando para que el barrio siga creciendo.
En principio, destacó que el 20 de septiembre inauguraron dos aulas de la escuela «María Madre de la Esperanza». Asimismo, aseguró que están preparando el documento a presentar en el Concejo Municipal, solicitando el cambio de nombre para el sector del barrio que creó la Hermana María.
En este sentido, señaló: «Después de cuatro años de su partida, continuamos participando de la tarea solidaria con una organización horizontal. Anteriormente, era netamente vertical, con la imagen de la hermana al frente, poniéndose el proyecto al hombro».
Y continuó: «Hoy se armó una comisión directiva de siete miembros, con quienes seguimos comprometidos, un grupo de colaboradores y distintas instituciones en las que nos apoyamos, tales como la Iglesia Católica, el Estado Provincial y Municipal. Estamos intentando, también, llegar al Estado Nacional para seguir trabajando sobre los ejes temáticos de la misión de la hermana».
Respecto a los ejes temáticos, comentó que los denominan las tres C: catequesis, colegio y club. «Cuando falleció la hermana, fuimos a ver al Obispo y a las autoridades para decirles ¡acá estamos! y hablamos de estos ejes», dijo. En cuanto a la parte de formación espiritual, sostuvo que debe hacerse de manera ecuménica, porque la hermana siempre recibió a personas de distintas religiones.
Según describió el periodista, son una comunidad franciscana, con la catequesis intacta y misa todos los fines de semana. La escuela ya tiene más de 150 bancos, con comedor y copa de leche. Cuentan con un predio grande, dispensario y centro de salud. También, un playón grande con arcos, aros de básquet y una canchita de rugby.
El barrio logró obtener la seguridad necesaria ya que actualmente cuenta con un destacamento policial dentro del predio. «Buscamos que los chicos del barrio puedan formarse, alimentarse y sentirse parte», enfatizó.
Al concluir, remarcó nuevamente la importancia del cambio de nombre para reivindicar la imagen de María Jordán: «La misión se llevó a cabo en el barrio denominado Los Pumitas y nosotros como comisión directiva y asociación María Madre de la Esperanza, pedimos junto a vecinos, alumnos y a todos los que integramos la comunidad que el barrio se llame «María Jordan»; es un pedido que venimos haciendo y los medios están colaborando con la difusión».
Y cerró convocando a los rosarinos a colaborar: «Queremos seguir trabajando en el barrio que construyó íntegramente la hermana, el cual en los años 90 era un basural, no había calles trazadas y ella se encargó de cada detalle. No pedimos únicamente ayuda económica, ya que sabemos que la situación está muy difícil, sino el tiempo de voluntariado o lo que cada uno pueda aportar suma y mucho; estamos con los brazos abiertos a cualquier colaboración».