Una elección que está completamente abierta y que se dirimirá entre tres listas
Ángel García, un sindicalista octogenario que no se quiere despegar del sillón de secretario general a pesar de las controversias que generó durante su conducción de cuatro décadas del gremio de seguridad privada; Julio Gutiérrez, un gremialista y político patagónico multifunción que acumula cargos, en la actualidad, es legislador del Parlasur y ministro de trabajo de la provincia de Santa Cruz en el gobierno del admirador de Vladimir Putin, Claudio Vidal, otro de los nuevos políticos con pasado gremial petrolero, y Christian López, un joven dirigente cercano a la familia Moyano, formado en el exterior y con experiencia gremial previa que recorre el país advirtiendo acerca de la importancia de este sector de la economía en medio de tanta inseguridad, son los principales candidatos en esta elección gremial.
Una elección que se realizará el 8 de octubre si no prosperan más pedidos de postergación de parte del oficialismo de Ángel García que, en las últimas semana, solo recibe malas noticias desde el ámbito judicial.
Todo indica que ese día se realizarán una de las elecciones más calientes del ámbito gremial que deberá ser seguida con mucha atención por la secretaría de Trabajo de Julio Cordero pero, también, por las autoridades policiales teniendo en cuenta enfrentamientos que se dirimieron con violencia en el pasado.
Tres candidatos en búsqueda de la conducción de un gremio poderoso
No es por la cantidad de afiliados, no se trata de un gremio de los denominados “gordos” por la cantidad de trabajadores que sindicaliza, ni por las conquistas logradas para sus miembros en los últimos tiempos, la Federación Argentina de Trabajadores de la Seguridad Privada, informó que en agosto, el salario mínimo está pactado en $1.090.000, sino por la importancia de las funciones que vigiladores, encargados de turno, supervisores de alarma, investigadores y demás empleados de la seguridad privada, realizan a diario, custodiando patrimonios empresariales e individuales de enorme magnitud.
En ese contexto, se entiende el interés de Ángel García para permanecer aferrado al timón sindical a pesar de su gestión deficiente en muchos sentidos, y con una obra social, “OSPSIP, repleta de graves cuestionamientos por sus afiliados y por los integrantes de las listas opositoras.
García, abogado de profesión, fue consagrado al frente del gremio hace 40 años con el impulso de Eduardo Duhalde. En 2016, García perdió el control de la Unión Personal de Seguridad de la República Argentina, que fue intervenida por Jorge Triaca. Sobre el epílogo del macrismo, Dante Sica levantó la intervención y homologó la lista Leónicas Requelme, cercano a Luis Barrionuevo, fuertemente enemistado con García.
Pero, con el gobierno del Frente de Todos de Alberto Fernández y Claudio Moroni en Trabajo, le devolvieron el control a Ángel García.
En ese contexto, se fueron consolidando otras estructuras sindicales conformadas por disidentes al viejo caudillo, entre ellas la UPSAP en la Patagonia, que comanda el hoy ministro de Trabajo de Santa Cruz, Julio Gutiérrez.
Sin embargo, Gutiérrez, que acumula cargos y poder, no es un recién llegado al mundo sindical y fuentes gremiales señalaron a NA que mantiene una inquina personal con García desde el 2002 cuando se lo acusó de fraude por una suma de dinero recaudada a favor del gremio y un fiscal lo imputó por estafa
La publicación especializada datagremial.com recuerda que en el año 2001, el del fin de la Convertibilidad y del gobierno de la Alianza de Fernando De La Rua, no fue el único patagónico que viajaba seguido a la Ciudad de Buenos Aires.
Desde Santa Cruz “…viajó a Buenos Aires para ofrecer organizar la actividad sindical de la UPSRA en la Patagonia. Fue así que ese año, el titular del sindicato, Ángel García, lo designó Delegado Regional con asiento en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia. Sin embargo, todo voló por el aire en 2006, cuando desde la conducción nacional del gremio se detectó un faltante del aporte del “Fondo de Ayuda Solidaria” –ítem integrante de la convención colectiva de trabajo, CCT 507/07– por parte de algunas empresas del sur del país”.
El periodista Matías Tagliani señaló en su artículo que “Tras realizar averiguaciones, desde el gremio se contactaron, con una de ellas, “Servicios de Seguridad Solís”, entre muchas otras damnificadas. Ahí fue que saltó la maniobra: el titular de la firma, Gilberto Solís, informó que Gutiérrez le hizo creer que estaba facultado para recaudar ese adicional, lo instó a firmar un acuerdo trucho, le cobró el importe (mitad en efectivo y el restante por cheque) y le emitió un “libre de deuda””.
Según reconstruyeron en el gremio de seguridad privada, el hecho fue ilegal porque esos beneficios se deberían haber depositado en el Banco Nación a nombre del gremio que hoy aspira a conducir. Pero, en esos años, «no estaba habilitado para realizar dicha gestión a nombre del sindicato».
Por el momento, Gutiérrez se relaciona con dirigentes del gobierno nacional apalancado en su función en el ministerio laboral de Santa Cruz y se concentra en sus afiliados de la Patagonia que lo impulsan a reemplazar Ángel García.
El tercer candidato con posibilidades de coronar es Christian López que no para de recorrer el país mostrándose como un dirigente de la nueva camada, con llegada a los hermanos Moyano, y con una propuesta que busca reivindicar al trabajador de la seguridad privada no sólo en sus ingresos sino en su capacitación. Un tema fundamental en los Estados Unidos donde se formó y donde la tecnología puesta al servicio de la vigilancia y el control es fundamental.
Sin embargo, según señaló a NA, pasó muchos días analizando los cuestionamientos judiciales de García para posponer o suspender las elecciones, cuestión que parece haberse encaminado en los últimos días. López afirmó, “Esperamos poder votar el 8 de Octubre, como ya dijo la Justicia, porque es lo más lógico. Además, debió intervenir la secretaría laboral para dar transparencia a una elección que la merece. Nosotros sólo pedimos reglas claras y transparentes para una renovación necesaria de un sector de la economía fundamental”.