Todos los 14 de septiembre se celebra el Día del Cartero en la Argentina, en conmemoración del nombramiento del primer cartero oficial del territorio, en un día como hoy pero de 1771.
Aquel día Bruno Ramírez, español nacido en Sevilla y que residía en Buenos Aires, comenzó a desempeñarse como el primer cartero oficial en el territorio argentino.
Al respecto, hay que decir que la existencia de la correspondencia en Sudamérica se remonta a unos 250 años antes, ya que en 1514 se creó el primer Correo Mayor con las Indias. Con sede en Lima, este sistema de comunicación consistía en una serie de postas a caballos que unían puntos de los actuales países de Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Perú.
Sin embargo, las cartas no llegaban a domicilio, cada persona debía ir a retirarlas a lugares determinados y las tardanzas de los envíos eran considerables, por lo que con el tiempo se vio la necesidad de optimizar este sistema.
Día del Cartero: el presente de la profesión
Hay un famoso dicho popular que indica que “todo lo que se da, vuelve”. En el caso de los carteros, se puede afirmar que la frase pasa a ser “todo lo que se da, llega”.
Esta es una de las frases de cabecera del Correo Argentino, institución que para celebrar esta efeméride el año pasado agradeció a todos “los carteros y las carteras” por su compromiso, “esencial en cada entrega”, dadas las circunstancias particulares del país y el mundo.
Este saludo es especial ya que el presente que atraviesan los carteros es bastante complejo y el motivo radica en la pandemia de coronavirus.
Desde que el virus llegó al país, los carteros se vieron ante el desafío de trabajar en un contexto epidemiológico riesgoso.
El aumento exponencial de la virtualidad y el trabajo remoto trajo como consecuencia un aumento simultáneo en la cantidad de envíos por correo, que se incrementaron mientras muchos trabajadores debían tomarse licencias por enfermedad o para cumplir el aislamiento por ser caso confirmado o sospechoso.