El oficialismo logró definir a su favor la votación y así se transforma en ley. Hubo serios incidentes afuera de la Legislatura
En una jornada cargada de tensión dentro y fuera de la Legislatura en la capital provincial, la Cámara de Diputados de Santa Fe aprobó este jueves la controvertida reforma previsional impulsada por el Gobierno de Maximiliano Pullaro. La ley busca reducir el déficit de la Caja de Jubilaciones provincial, pero generó incidentes tanto en los pasillos de la Legislatura como en sus alrededores, donde manifestantes de distintos gremios protestaban en rechazo al proyecto.
Durante el debate, un grupo de manifestantes, compuesto principalmente por docentes y trabajadores estatales, intentó ingresar al recinto para presenciar la votación. La seguridad había instalado vallas en los accesos a la Legislatura, pero estas fueron retiradas horas después. A medida que la tensión aumentaba, el diputado socialista Pablo Farías solicitó una moción de orden para interrumpir el debate y proceder a la votación. La moción fue aprobada, y el proyecto recibió 23 votos a favor, 9 en contra y 11 abstenciones.
Tensión en la Legislatura
El ambiente dentro del recinto también estuvo marcado por la polémica. La diputada Amalia Granata, del bloque Somos Vida, protagonizó uno de los momentos más tensos cuando, visiblemente molesta, tomó el micrófono al grito de «No es así», en rechazo al procedimiento de votación. La situación desató abucheos y gritos desde la tribuna, mientras una bomba de estruendo resonaba en el recinto. La tensión aumentó aún más cuando algunos manifestantes lograron romper una de las puertas de acceso e intentaron ingresar al edificio, lo que llevó a la policía a utilizar gases para dispersar a la multitud.
Reforma y exposiciones
El proyecto de ley fue defendido por el oficialismo, que argumentó la necesidad de reformar el sistema jubilatorio para reducir el creciente déficit. José Corral, miembro informante del bloque Unidos, explicó que la reforma establece un sistema solidario en el que los que más ganan, más aportan. La ley también introduce un tope de jubilación equivalente a 20 veces la mínima, con un esquema que permite acceder al 70% del haber jubilatorio tras 30 años de aportes, aumentando un 2% anual hasta llegar al 82% con 36 años de servicio. La reforma mantiene los regímenes especiales para docentes y policías, y conserva la edad jubilatoria de 60 años para mujeres y 65 para hombres.
Sin embargo, la oposición criticó duramente la reforma. Fabián Palo Oliver, del Frente Amplio por la Soberanía, acusó al oficialismo de haber generado una «extorsión» al condicionar la aprobación de la ley a la amenaza de que la Caja de Jubilaciones pase a la órbita de la Anses. Además, cuestionó la emergencia previsional declarada en el proyecto y responsabilizó al Gobierno por el déficit, atribuyéndolo a políticas salariales y contratos precarios.
El artículo 49 del proyecto, que permite al Ejecutivo provincial ajustar la edad jubilatoria en consonancia con posibles cambios a nivel nacional, fue uno de los puntos más críticos. El bloque Somos Vida, liderado por Amalia Granata, manifestó su fuerte oposición a este artículo, acusando al Gobierno de delegar facultades excesivas al gobernador.
A pesar de la fuerte oposición y las manifestaciones, el oficialismo logró cimentar su mayoría y aprobar la reforma provisional. Ahora, la ley enfrenta la tarea de ser implementada en un contexto de creciente tensión social, con gremios y otros sectores que seguirán en pie de lucha.