“Actualmente, es prácticamente imposible reponer las unidades. Es muy difícil mantenerlas funcionando y hacemos un esfuerzo grande para sostener el sistema”, afirmó Mario Cesca, referente de la Asociación de Titulares de Taxistas Independientes
En medio de una crisis económica que golpea duramente al sector del transporte en Rosario, el referente de una de las agrupaciones de dueños de taxis destacó los serios problemas que enfrenta el servicio. En una entrevista para el programa “El Primero de la Mañana” de LT8, Mario Cesca expuso que la principal dificultad radica en la economía: “Actualmente, es prácticamente imposible reponer las unidades. Es muy difícil mantenerlas funcionando y hacemos un esfuerzo grande para sostener el sistema. Los valores de los autos son astronómicos”.
Según Cesca, los precios elevados de los vehículos, sumados a la falta de créditos y financiamiento, han dificultado la renovación de las unidades en tiempo y forma. En este contexto, el dirigente solicitó una prórroga de dos años para la normativa vigente que establece que los vehículos de servicio público no pueden tener una antigüedad mayor a diez años. «Nosotros solicitamos dos años de prórroga para poder reemplazar las unidades que están por vencer, dado que la situación económica actual lo hace extremadamente complicado», afirmó.
Además, Casca abordó el impacto de las aplicaciones de transporte como Uber, que han captado una gran cantidad de pasajeros y han exacerbado la crisis en el sector de los taxis. “Los taxis han perdido muchos pasajeros debido a la situación económica y a la competencia de estas aplicaciones. La ordenanza que intenta regularlas no resolverá el problema, ya que Uber no acepta regulaciones locales y hemos enfrentado dificultades para ingresar a la plataforma”, explicó.
Cesca criticó la imposibilidad de que los taxis se integren a la aplicación de Uber, que según él, ha sido tajante al rechazar a los vehículos de servicio público. “La intención de regularizar estas aplicaciones parece quedar en la nada porque las empresas operan a nivel mundial con un sistema uniforme que no se adapta a las regulaciones locales”, concluyó.