Desde la tradicional escuela rosarina iniciaron una semana donde los alumnos deben dejar el celular antes de entrar a clase
En el marco de los festejos por su 125º aniversario, la Escuela Francisco Gurruchaga de Rosario implementó una innovadora medida: un «apagón de pantallas» durante una semana, como parte del proyecto denominado «Gurru 1.0». Esta iniciativa busca concientizar a los alumnos y a sus familias sobre el impacto de los dispositivos tecnológicos y la dependencia que estos generan, especialmente entre las nuevas generaciones.
La propuesta, que comenzó esta semana, requiere que los estudiantes dejen sus teléfonos celulares al ingresar al establecimiento y prescindan del uso de pantallas durante todo el turno escolar. Además, la escuela ha organizado talleres sobre ludopatía digital y ciberbullying, dirigidos tanto a los estudiantes como a sus familias, para abordar estas problemáticas emergentes en la era digital.
Mariana Sánchez, directora de la escuela ubicada en el barrio Luis Agote, explicó en declaraciones a Si 98.9 que, aunque la institución utiliza herramientas digitales para enriquecer los aprendizajes, la idea era dejar una «huella» en los chicos. «Estamos viendo que muchos alumnos llegan a la escuela con falta de sueño por pasar horas de la noche jugando online, y a veces las familias no están al tanto de esta situación», comentó.
La directora también resaltó que, aunque la ludopatía no es aún un problema extendido entre los alumnos de primaria, la compra de juegos online puede ser el primer paso hacia un camino incierto. «Es fundamental que desde la escuela trabajemos en prevención, al igual que lo hacemos con la Educación Sexual Integral. Las escuelas son lugares propicios para este tipo de aprendizajes», subrayó.
Respecto a la implementación del «apagón de pantallas», Sánchez admitió que al principio generó resistencia e incomodidad entre los estudiantes, pero señaló que poco a poco han ido aceptando la propuesta. «Hay una frustración frente al aburrimiento, pero es precisamente a partir del aburrimiento que surge la creatividad y el pensamiento crítico», agregó.
Durante esta semana, el espacio curricular de informática también se adaptará a la iniciativa, con actividades que no requieren el uso de dispositivos electrónicos. En lugar de trabajar con las computadoras encendidas, los alumnos estarán desarmando equipos para comprender qué hay detrás de la tecnología que usan a diario.
Finalmente, la directora enfatizó la importancia de trabajar en conjunto con las familias para establecer controles parentales y anticiparse a las problemáticas relacionadas con el uso excesivo de la tecnología, sin caer en la patologización de estas conductas. «No queremos decir que esto es una enfermedad, pero sí es necesario tomar medidas preventivas», concluyó.