Claudia Indiviglia, secretaria general del sindicato Norte, remarcó: "En 37 años nos quisieron hacer de todo y no lo lograron, acá en 5 minutos hacían desaparecer al Pami I"
La secretaria general del Sindicato NORTE, Claudia Indiviglia, puso blanco sobre negro sobre los recientes acontecimientos en el Policlínico Pami I de Rosario, destacando la resistencia activa de los trabajadores y la dirección del hospital frente a lo que considera un intento de cierre encubierto por parte de las autoridades nacionales. “No hay ningún tipo de riesgo en el Pami I», aseguró con contundencia.
Indiviglia explicó que todo comenzó el pasado jueves, cuando una denuncia anónima sobre una supuesta pérdida de gas en el hospital llevó a que se tomaran medidas drásticas. Aunque Litoral Gas verificó que no había ninguna fuga, se impuso un cepo en las instalaciones debido a la necesidad de actualizar la cañería de gas, que había quedado obsoleta tras más de 40 años de uso. Desde las oficinas generales de Pami, ubicadas en Buenos Aires, determinaron una evacuación del lugar, con destino incierto para los pacientes. «Como bien sabemos, si algo se cierra no se abre más. «En 37 años nos quisieron hacer de todo y no lo lograron, acá en 5 minutos hacían desaparecer al Pami I», reconoció.
La dirigente sindical destacó que, a pesar de que se intentó justificar la evacuación por la falta de agua caliente, esta «no era una preocupación real», ya que los pacientes son aseados en sus camas y no en los baños, como se deslizó desde Buenos Aires. “No era cierto que tenían frío, la calefacción la hacemos con aires acondicionados, estaban protegidos y cuidados”, explicó Indiviglia, que sostuvo la idea de un plan estratégico para vaciar el hospital desde el gobierno nacional.
Tras una movilización de trabajadores y con el respaldo de las autoridades locales, se logró desechar cualquier intento de evacuación completa del centro de salud. “Logramos que el policlínico no se evacuara, que los trabajadores se quedaran trabajando”, señaló la sindicalista. Además, indicó que se donaron termotanques eléctricos para todos los pisos de internación, asegurando así la provisión de agua caliente.
El próximo lunes, una inspección desde Pami Buenos Aires evaluará la situación, pero la secretaria general de NORTE dejó claro que los trabajadores seguirán en pie de lucha: “Nos hemos declarado en Asamblea Permanente y vamos a estar cerca de los trabajadores en esta gran defensa del Policlínico Pami I”.
La gremialista también destacó el papel crucial de Graciela Ravarotto, coordinadora administrativa, y Stella Maris In’Aebnit, directora de PAMI 1, quienes se opusieron firmemente a la evacuación. “Me tengo que sacar el sombrero por ellas, se atrincheraron en defensa de los pacientes, de los jubilados y de los trabajadores”, manifestó.
El futuro del Policlínico Pami I está en la mira de la administración nacional, pero la resistencia de los trabajadores y la comunidad parece decidida a mantener el hospital en funcionamiento, en defensa no solo de sus empleos, sino también «del bienestar de los jubilados que dependen de sus servicios», arremetió la gremialista.