Se vence el contrato y tras 17 años en Marconi 2040 el lugar debe ser entregado. Desde el Concejo se trabaja en busca de un inmueble
El refugio Sol de Noche, conocido por su labor en la asistencia a personas sin hogar de Rosario, se enfrenta a una situación crítica: deberá abandonar su sede histórica en Marconi 2040, ubicada en la zona oeste, antes del 30 de septiembre. El contrato de alquiler con la Congregación de Misioneros Scalabrinianos, que durante 17 años permitió que el refugio funcionara en ese espacio, está a punto de expirar, lo que deja en una situación de incertidumbre a los responsables y a quienes dependen de este refugio.
María Eugenia Schmuck, presidenta del Concejo Municipal, se refirió a la situación y expresó su preocupación por el futuro del refugio: “El refugio Sol de Noche tiene que mudarse del inmueble. Estuvieron mucho tiempo en un lugar cedido que ahora necesitan recuperar. Estamos trabajando entre Provincia, el Municipio y el Concejo para encontrar un lugar en el que puedan quedarse de manera definitiva”.
El nuevo espacio que buscan deberá tener capacidad para alrededor de 40 plazas, un poco más que las que el refugio tiene actualmente, además de las comodidades necesarias para atender a las personas en situación de vulnerabilidad que recurren a este servicio. Según Schmuck, la necesidad de un refugio es más urgente que nunca: “Estamos en un momento en donde los casos han crecido muchísimo, ya no son solo varones, son familias enteras”.
Las autoridades están explorando opciones, incluyendo la posibilidad de que la Universidad Nacional de Rosario (UNR) disponga de algún inmueble que pueda ser adaptado para este fin. Schmuck también hizo un llamado a la comunidad y al sector privado para colaborar: “Es un espacio muy importante para la ciudad que cuenta con el apoyo de todos los niveles del Estado y ahora necesita un apoyo más importante aún. Si algún empresario tiene un lugar disponible, nosotros estamos dispuestos a poner los recursos para poder remodelarlo”.
Aunque hay algunas opciones sobre la mesa, todavía no se ha concretado ninguna solución definitiva. Schmuck subrayó la importancia de encontrar un lugar que no solo sea temporal, sino que permita al refugio operar sin la incertidumbre de tener que mudarse nuevamente en el futuro. “En el peor de los casos vamos a alquilar, pero sería súper interesante aprovechar esta oportunidad para que tengan un lugar cedido por 20 o 30 años y que no tengan que andar mudándose”, concluyó.