Descubrieron que el deshielo de los glaciares está alterando drásticamente los paisajes montañosos de altas latitudes
Con el deshielo de los glaciares, muchas especies (animales y vegetales) acaban teniendo que cambiar de hábitat. Pero, ¿qué ocurre con la vida en las zonas que los glaciares han dejado al descubierto? ¿Emigran allí otras formas de vida? Eso es lo que han intentado responder los investigadores de un estudio. Sus conclusiones se han publicado recientemente en la revista Nature.
Descubrieron que el deshielo de los glaciares está alterando drásticamente los paisajes montañosos de altas latitudes, con la aparición de nuevos ecosistemas terrestres en las regiones que han quedado al descubierto.
El hielo se derrite y aparecen nuevas especies
Los investigadores recogieron muestras de suelo de más de 1200 parcelas en 46 glaciares de distintas regiones: desde el Himalaya hasta los Andes, desde el archipiélago ártico de Svalbard hasta el extremo sur de Nueva Zelanda, y glaciares tropicales de México.
Analizaron estas muestras en el laboratorio para rastrear qué especies llegaron y cuándo. Además, utilizaron diversas fuentes de datos, como mapas topográficos, mediciones sobre el terreno, fotografías, pinturas, imágenes remotas y datos de campo, para datar con precisión el inicio del retroceso de los glaciares.
Descubrieron que cuando el hielo retrocede (se derrite), la vida se desplaza rápidamente para colonizar el nuevo hábitat (libre de hielo). Desde microorganismos a líquenes y musgos, pasando por hierbas, llegan las plantas y luego aparecen los animales. Y con ello, asistimos a la aparición de un nuevo ecosistema.
Según el estudio, las primeras formas de vida en llegar a las zonas sin hielo y colonizarlas fueron las más pequeñas: microorganismos como bacterias, protistas y algas. Se necesita casi una década de colonización por parte de estos microorganismos para que lleguen especies más grandes.
Entonces aparecieron especies pioneras resistentes, como líquenes, musgos y hierbas capaces de soportar condiciones ambientales adversas como el viento y el frío.
Cuando estas especies pioneras crecen y mueren, se convierten en materia orgánica, enriqueciendo el suelo. Cuando hay suficiente materia orgánica, plantas más complejas pueden arraigar y proliferar. Los animales más grandes vienen en último lugar, ya que los herbívoros necesitan comunidades vegetales prósperas para sobrevivir.
Y según la investigación, lo más importante aquí es el tiempo, más que la interacción entre las especies que surgen. Con el paso del tiempo, es probable que más especies nuevas colonicen estos paisajes tras el deshielo.
Los investigadores también concluyen que el estudio de estos nuevos ecosistemas es muy importante para comprender cómo interactúa el cambio climático con los microhábitats y las comunidades bióticas, determinando el futuro de las zonas libres de hielo.