El pasado 15 de octubre, la leona Zuri de 12 años atacó a Nyack, de 10. Él era el padre de sus tres cachorros y ambos vivían en el zoológico de Indianápolis desde hacía ocho.
Los cuidadores del lugar no lograron separarlos y el, supuesto, jefe de la familia (los machos lo son por instinto animal), perdió la batalla y después de varios minutos, dejó de moverse. Murió por el ataque de su propia compañera.
De acuerdo con el experto en comportamiento de leones de la Universidad de Minnesota, Craig Packer, el hecho es sumamente inusual y se basaría en la relación entre ambos animales. «Aparentemente, ella lo dominaba todo el tiempo mientras estaban juntos. Eso en sí es algo muy poco escuchado. Nunca oí de una hembra que dominara a un macho, nunca», dijo el especialista.
El curador del zoológico, David Hagan, explicó que durante la pelea, Zuri atrapó del cuello a Nyack, sin soltarlo pese a los esfuerzos del macho. «No sabemos cuál de los dos fue el precursor de la pelea», dijo el hombre, y explicó que en ocho años de coexistencia nunca habían mantenido un conflicto.
El Zoológico de Indianápolis emitió un comunicado en el cual indica que se está tratando de determinar qué fue lo que ocurrió y qué pudo haber provocado la mortal lucha entre ambos.
En el momento del inesperado ataque, Sukari, una de las cachorras de ambos, estaba allí. Ella es una de las cachorras del malogrado «matrimonio» leonino. Pero Packer asegura que en ningún momento estuvo en peligro ni amenazada por Nyack.
Según explicó Packer, quien fue consultado por los cuidadores del zoológico para saber qué pudo ocurrir, el principal motivo que hace aún más extraño el ataque es que Nyack era el padre de los tres cachorros de Zuri.
De acuerdo con el especialista, no es la primera vez que una leona ataca a un león, aunque los otros registros fueron en condiciones totalmente diferente. En otro zoo, el ataque se produjo en conjunto por un grupo de hembras, contra uno solo que había sido introducido en la comunidad un año antes. En otro caso, otro grupo de leonas atacó a un solitario león en África, que se acercó a su manada. Para proteger a sus cachorros, lo rodearon pudiendo alejarlo.
«No suelo asociar este tipo de personalidad con una hembra de león. El hecho de que se haya desarrollado es fascinante», explicó Packer, quien sigue de cerca el hecho. «Vivir cerca de un león macho es como vivir cerca de un barril de dinamita. Las hembras se molestan con los machos a veces, pero tienen mucho cuidado de no provocarlos demasiado. Pero, aparentemente, el macho siempre estuvo subordinado a ella, lo cual es totalmente extraño», agregó.
En el sitio oficial del zoo Zuri es descrita como una «madre atenta y protectora» de sus cachorros. «Ella puede ser encontrada en la exhibición manteniendo un ojo en sus tres crías», dice el informe, que agrega que pesa 147 kilogramos, contra los 157 de su víctima.