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Mientras Rosario desacelera crecimiento poblacional, localidades del área metropolitana se expanden a ritmo acelerado


La ciudad más grande de la provincia aumentó su población un 13,2% en las últimas dos décadas

El Área Metropolitana de Rosario (AMR) alcanzó una población de 1.937.109 habitantes, según los datos del último censo. Si bien Rosario sigue siendo la ciudad más poblada de la provincia de Santa Fe, con 1.029.619 habitantes, su tasa de crecimiento en los últimos años ha sido del 13,2%, una cifra que se encuentra muy por debajo del crecimiento experimentado por las localidades que componen el Gran Rosario.

Desde el censo de 2001, cuando Rosario contaba con 909.397 habitantes, la ciudad ha visto un aumento moderado. En 2010, la población creció a 948.312, lo que representó un incremento del 4,3%. Desde entonces, hasta 2022, la cifra aumentó a 1.029.619 habitantes, registrando un crecimiento del 8,6%. En total, la ciudad experimentó un crecimiento del 13,2% en las últimas dos décadas, inferior a la media provincial del 17,2%.

En contraste, las localidades circundantes han mostrado incrementos poblacionales mucho más significativos. Funes, por ejemplo, creció un 159,5%, mientras que Roldán experimentó un impresionante aumento del 167,5%, ambas superando los 30.000 habitantes. La única localidad que creció menos que Rosario fue Capitán Bermúdez, con un incremento del 13%, alcanzando los 30.577 residentes.

Localidades más pequeñas también presentaron notables incrementos. Pueblo Esther creció un 144,5%, Alvear un 152%, Ibarlucea un 254,4%, y Ricardone fue la que más creció, con un asombroso 260,8%. Villa Gobernador Gálvez, con 92.137 habitantes, aumentó un 23,4% en los últimos 20 años, convirtiéndose en la cuarta ciudad más poblada de la provincia, después de Rosario, Santa Fe y Rafaela. San Lorenzo incrementó su población en un 17,1%, Pérez en un 32,7%, Granadero Baigorria en un 36,4%, y Fray Luis Beltrán en un 29,9%.

Estos datos reflejan una tendencia de expansión hacia las áreas metropolitanas y una desaceleración del crecimiento en las grandes ciudades, lo cual plantea nuevos desafíos y oportunidades para la planificación urbana y el desarrollo regional en Santa Fe.