Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar
Central volvió a defraudar en la Copa Argentina y la durísima derrota hizo que no le quede otro camino que derrotar a Internacional de Porto Alegre en los playoffs de la Copa Sudamericana. Es así, de corta: ganar o modificar el rumbo deportivo que se perdió luego del campeonato logrado en diciembre del año pasado.
En lo que va de este 2024 el Canalla ha jugado 27 partidos, de los cuales solamente ganó 7, empató 8 y perdió los 12 restante. Salió en el puesto número 11 de 14 en la Copa de la Liga, no pudo avanzar a los octavos de la Copa Libertadores y quedó eliminado en instancias de 16avos en la Copa Argentina.
Los números marcan que el año es muy malo. Y si bien a veces la rigurosidad de la matemática hace que todo sea más cruel, en este caso la ciencia exacta no hace otra cosa que reflejar lo mal que está jugando el equipo de Miguel Ángel Russo.
En la columna del debe hay muy poco en cuanto a resultados positivos importantes: la victoria en el Clásico por la Copa de la Liga y el triunfo ante Peñarol en la primera fecha de la Libertadores. Lo que sí está llena y se hace tedioso enumerar todo su contenido es la columna del debe.
La llegada de Enzo Copetti y la vuelta de Marco Ruben parecieron traer aires de renovación en un equipo que lucía desgastado; sin embargo estas dos presencias no le dieron más que eso. Ya que en cuanto a resultados los mismos no cambiaron y una muestra de ello fue la reciente eliminación ante Barracas Central.
Ganarle a Inter de Brasil es clave. Porque si no logra este objetivo modificar el rumbo futbolístico es lo que indefectiblemente se tiene que venir. Ya que si los malos resultados no hacen cambiar el rumbo puede llegar a ser peligroso para lo que va a quedar en el año, una interminable Liga Profesional de Fútbol.