La ciudad pierde a un emblemático local, que supo tener como comensal a Carlos Gardel
El emblemático bar rosarino El Ancla, que funcionaba desde 1924, cerró sus puertas y su fondo de comercio fue puesto en venta.
Los dueños del local situado en Maipú y San Juan, Graciela y Roberto Marín, anunciaron que no seguirán con el negocio y pusieron en venta su operación.
El local había abierto sus puertas en 1924 y en sus instalaciones ofrecía una fotografía de Carlos Gardel, almorzando en el lugar junto a otros artistas.
El Ancla tuvo su esplendor en la década de los ´70, con cocina fundamentalmente española, destacándose el puchero, los guisos de lentejas y el mondongo a la española.
No obstante, en los últimos tiempos se habían agregado platos principales, como ser carne, pastas y minutas.
El Ancla formaba parte del catálogo de bares y bodegones compuesto por 29 locales gastronómicos de la ciudad.