Esta medida responde a la necesidad de ajustar la producción ante una caída significativa en la demanda de productos siderúrgicos, principalmente destinados al sector de la construcción
La planta de Acindar ubicada en Villa Constitución se prepara nuevamente para detener sus operaciones debido a la persistente disminución en la demanda de sus productos. Esta decisión afectará de manera escalonada a diferentes sectores de la planta durante aproximadamente tres semanas, comenzando con la suspensión del área de reducción directa la semana pasada y continuando con la acería a partir de este jueves. Adicionalmente, se espera que los trenes laminadores cesen actividades la próxima semana.
Esta medida responde a la necesidad de ajustar la producción ante una caída significativa en la demanda de productos siderúrgicos, principalmente destinados al sector de la construcción. Según indicaron fuentes sindicales, la planta reducirá su producción a la mitad de su capacidad habitual, pasando de 1,2 millones de toneladas anuales a 600 mil toneladas.
En Villa Constitución, Acindar emplea directamente a 3 mil personas entre personal fijo y contratado, además de otros mil empleados en talleres que proveen a la siderúrgica. La situación ha llevado a la implementación de suspensiones, vacaciones atrasadas y francos compensatorios para los trabajadores afectados.
Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, informó sobre las medidas adoptadas y destacó la preocupación del sindicato por la situación de los empleados. El diputado provincial Carlos Del Frade también ha pedido informes al Ejecutivo provincial sobre la situación de las plantas de Acindar, subrayando la importancia de conocer las acciones gubernamentales frente a esta crisis.
La paralización en Acindar se enmarca en un contexto más amplio de crisis industrial. Un estudio reciente del Centro de Economía Política (Cepa) reveló que la mayoría de las empresas industriales del país han visto empeorar su situación en comparación con el año anterior, reflejando despidos, reducciones de turnos y otras medidas de ajuste.
La baja utilización de la capacidad instalada en la industria, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), subraya las dificultades que enfrenta el sector manufacturero, que opera a un 56,6% de su capacidad, muy por debajo del 68,9% registrado el año pasado para el mismo período.