Según el gremio, el referente del nosocomio privado José María Fadlala agredió a dos afiliadas del sindicato del personal no medico de clínicas y sanatorios
El gremio de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina, que nuclea al personal no medico de clínicas y sanatorios privados, (ATSA Rosario) denunció el miércoles al director del Sanatorio Plaza, José María Fadlala por violencia laboral y de género contra una afiliada al gremio que se desempeña en el nosocomio privado. En este contexto, este jueves realizaron un escrache en la puerta de la institución en contra de su director y exigiendo la destitución del cargo.
En diálogo con CLG, Javier Ojeda, titular del gremio ATSA Rosario, relató los graves hechos que desembocaron en estas medidas. «En una de las reuniones habituales de la empresa, compañeros de nuestro secretariado y delegadas del Plaza discutían temas del día a día. Como se hace cotidianamente con los temas internos».
«En ese contexto apareció el director del Sanatorio Plaza, José María Fadlala con actitudes agresivas, insultos y empujones hacia dos compañeras causando agresiones físicas», completó Ojeda y contó que una de ellas solicitó licencia psiquiátrica ya que le «afectó muchísimo la situación».
La reacción del gremio fue inmediata porque «no podemos dejar pasar por alto este tipo de actitudes terriblemente graves», aseguró el titular de ATSA.
El mismo miércoles los dirigentes del sindicato acompañaron a las personas agredidas y efectuaron la denuncia en la Justicia. «No es la primera vez que este personaje tiene este tipo de actitudes y ahora se pasó un límite», contó Ojeda.
Este jueves se llevó adelante un acto de repudió a la figura de Fadlala en el nosocomio de Dorrego 1550: «Nos parecer primitivo que exista este tipo de personajes que se sientan patrones de estancia», apuntó el dirigente gremial.
«Lo que nosotros obviamente vamos a estar atentos es que este hombre no tome ninguna actitud arbitraria con la dignificada que le hicieron a la denuncia y que no esté más. Reitero, no es la primera vez que trata de una manera muy humillante a todos los compañeros, los tienen bajo el poder del miedo. Imagínate, en un sanatorio trabajando con miedo, donde vos estás con pacientes de alta complejidad y de mucho cuidado que los compañeros estén trabajando con miedo», concluyó Ojeda