El gigante estadounidense de aluminio Alcoa decidió cerrar dos de sus tres plantas en España y poner en marcha un plan de despidos masivos que afecta a 700 trabajadores, en una decisión empresarial que fue cuestionada por el gobierno español ante los subsidios millonarios recibidos por la compañía en la última década.
Por tercer día consecutivo, los trabajadores de la planta de A Coruña cortaron hoy la ruta y quemaron neumáticos.
En paralelo, el Comité de Empresa se reunió con el presidente regional de Galicia, el conservador Alberto Nuñez Feijóo, quien se comprometió a pedir la retirada del expediente de despido colectivo, según el diario La Voz de Galicia.
Tras el anuncio del cierre, la ministra para la Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, tachó los motivos esgrimidos por Alcoa de «excusa» y de «cortina de humo».
Recordó que la multinacional, que alegó problemas de productividad relacionados, en parte, con los altos costos de la electricidad, se beneficia del 30% de las ayudas millonarias pagadas por el gobierno a través de la subasta de interrumpibilidad.
Este sistema, que compensa con tarifas más baratas a las grandes industrias consumidoras de energía dispuestas a ser «desconectadas» en caso que sea necesario mantener la seguridad del suministro, es un incentivo para el sector, que le permite ser más competitivo.
De acuerdo con fuentes citadas por la prensa española, sólo en la última subasta, Alcoa recibió unos 90 millones de euros.
El 17 de octubre la empresa anunció en un comunicado que tiene la intención de iniciar el proceso formal para el despido colectivo de todos sus empleados de las plantas de aluminio de Avilés y La Coruña, en el norte de España, que son las «menos productivas» debido a sus «problemas estructurales inherentes».
La compañía sostiene que tras el cierre de las plantas de Avilés (en Asturias, donde trabajan 317 personas) y La Coruña (en Galicia, 369) mantendrá la producción en San Ciprián (Galicia, 1.200 empleados), donde produce tanto aluminio como alúmina.
No obstante, incluyendo el empleo indirecto, el cierre de las plantas en Avilés y Coruña afectaría a hasta 3.000 personas, advirtieron de forma inmediata los sindicatos.
Alcoa, que es uno de los mayores productores de aluminio del mundo, perdió 35,6 millones de euros en el tercer trimestre del año, frente al beneficio de 98 millones de euros obtenido en igual periodo de 2017.
No obstante, si se excluyen los costes extraordinarios relacionados con las pensiones y los beneficios de los antiguos empleados, el beneficio neto se elevó a 103 millones de euros, lo que supone un incremento de 5%, según la empresa.