Los aumentos exorbitantes en servicios básicos y dificultades para pagar las cuotas de los socios obligan a instituciones a tomar medidas drásticas
En medio de una crisis económica que azota a los clubes de barrio, muchas instituciones han decidido no abrir sus piletas este invierno. Los aumentos desproporcionados en las facturas de agua, luz y gas, que rondan el 150%, sumados a las dificultades que enfrentan muchos socios para pagar las cuotas, han llevado a esta drástica decisión.
Esteban Ortega, referente de la Asociación Civil Red de Clubes Rosario y presidente del Club Social y Deportivo San Martín, ubicado en el barrio La Florida, afirmó que los incrementos en los servicios han sido exorbitantes. «En algunas facturas llegaron al 100%, algunas 150%… No comprendemos la razón de la variación, más allá del descuento especial que tienen los clubes», dijo en diálogo con LT8.
La situación se agrava debido a los costos operativos propios del mantenimiento del club, como pintura y otros elementos. Ante la necesidad de aumentar las cuotas hasta en un 150%, muchos socios se ven imposibilitados de hacer frente a estos nuevos montos.
Ortega, además, expresó su preocupación el incesante aumento en costos operativos. «Estamos un poco preocupados no solo por los tarifazos sino por los costos de vida de nuestros clubes, más que nada en relación a la cuota societaria que cobramos. Es complicado porque nos están obligando a ajustar y es algo que no queremos hacer», señaló.
Detalló que los altos costos de las obras de mantenimiento dificultan aún más la situación. «Si tenés que hacer una obra, pintar una pared, los presupuestos son altísimos y con la cuota es imposible llegar. La red es un espacio en donde nos ayudamos entre todos», explicó.
Los incrementos han obligado a muchas instituciones a tomar medidas extremas, como no abrir la temporada de pileta de invierno y esperar hasta el verano. «Hay muchos clubes que decidieron no abrir la temporada de pileta de invierno y esperan hasta el verano», aseguró Ortega.
En cuanto a las cuotas sociales de las instituciones, Ortega destacó que, a pesar de los esfuerzos por mantenerlas accesibles, la situación es complicada para los socios. «En el Club San Martín cobramos una cuota de 2 mil pesos, pero si además hacés una actividad pagás 3 mil o 4 mil pesos. Aún así a la gente del barrio se le complica, ni hablar si tenés dos o tres hijos», lamentó.
Ante esta realidad, Ortega hizo un llamado a las autoridades para proteger a las instituciones barriales. «Es importante generar políticas públicas que protejan a los clubes y les den la preeminencia que tienen que tener», concluyó.
En este contexto, se plantea un desafío para estas instituciones que son fundamentales para la contención y el desarrollo de los sectores más vulnerables. La realidad es que, con los aumentos tarifarios actuales, se hace cada vez más difícil mantener estas estructuras sin trasladar el incremento a los socios.
La decisión de no abrir las piletas este invierno no solo afecta a los socios que disfrutan de estas instalaciones, sino que también refleja la cruda realidad que enfrentan los clubes de barrio en medio de una crisis económica que parece no dar tregua.