Captaban inversores prometiéndoles altos retornos a través de supuestas inversiones bursátiles tradicionales realizadas mediante un software de última tecnología
Edgardo Cascardo, más conocido como Cachito, líder de la barra del Inter Miami, se encuentra mencionado en una escandalosa estafa piramidal que habría generado pérdidas por 60 millones de dólares a decenas de inversores, entre ellos, figuras reconocidas del fútbol y el espectáculo argentino.
Una supuesta inversión tradicional con una limosna gigante
La estafa, que operaba bajo el nombre de Fondo de Inversión Munie CO, funcionaba bajo el clásico esquema Ponzi: los estafadores captaban inversores prometiéndoles altos retornos a través de supuestas inversiones bursátiles tradicionales realizadas mediante un software de última tecnología que estaba “seteado” para descubrir inversiones de alto rendimiento y bajo riego.
El rendimiento prometido era descomunal. Daban intereses muy altos para el mercado actual. Los Fondos de Inversión de hoy en día dan como máximo 3% anual. El Fondo de Cachito y sus socios ofrecía entre el 6% y el 13% mensual. Cuando la limosna es grande…
Sin embargo, en realidad, el dinero de los nuevos inversores era utilizado para pagar intereses a los inversores anteriores, creando una falsa sensación de éxito y sustentabilidad.
Víctimas famosas
Entre las víctimas de la estafa se encuentran el ex futbolista Sergio «Checho» Batista; el delantero de Boca Juniors, Darío Benedetto; el ex basquetbolista Bruno Lábaque; el empresario Sebastián Chicou, y varios otros nombres conocidos del ámbito deportivo y del espectáculo.
Modus operandi
Los estafadores se valían de su red de contactos en el fútbol y la comunidad argentina en Miami para captar inversores. Promocionaban el fondo de inversión de boca en boca, incluso ofreciendo comisiones a quienes reclutaran nuevos inversores. Es por eso que incluso entre las víctimas hay desconfianza, ya que unos culpan a otros por haberlos metido en la estafa.
El fin del Ponzi: los estafadores estafados y un “arrepentido”
Si bien el esquema logró mantenerse durante 3 años y medio, como suele suceder en este tipo de estafas, finalmente colapsó. Según el «arrepentido» Ignacio Ernesto «Nacho» Muller, uno de los principales responsables del fondo, la caída se debió a que ellos mismos fueron estafados por otros inversores que les prometieron acceso a un proyecto inmobiliario de gran envergadura en Miami.
Según su versión de la historia, otros dos inversores, uno de ellos Juan Pablo Verdiquio, quien en Argentina manejaba la fábrica de calzados deportivos Extreme Gear, le aseguraron tener contactos con el empresario estadounidense Gil Dezer, responsable de un Fondo de Inversión que lleva adelante proyectos colosales, entre ellos, las Torres Porsche.
En teoría los responsables de Munie CO creyeron estar invirtiendo 20 millones de dólares en las Torres Porsche, pero fueron estafados. Siempre según la versión de “Nacho” Muller.
Hoy “Nacho” ya no frecuenta la Ocean Drive, se fue a vivir a España.
La versión más firme sugiere que esa inversión fue un intento desesperado para cubrir el dinero que había desaparecido de las cuentas de Munie CO por malversación de fondos.
Además de “Cachito” y “Nacho” Muller, otros cómplices de la estafa son Pablo Guidi, un tal Norman, al que le decían Muñeco (cualquier semejanza con el nombre del Fondo de Inversión no es pura coincidencia) y Hernán Casinelli. Todos conocidos del círculo de argentinos en Miami.
Recuperación de fondos
En la actualidad, se está llevando a cabo un proceso de recuperación privada de fondos impulsado por las víctimas. Se estima que el monto recuperable podría rondar los 20 millones de dólares, mientras que los responsables de la estafa ya han devuelto 4 millones. En realidad es que devolvió los cuatro millones fue Verdiquio, interesado en que la ola no siga creciendo para que no salpique su relación con Gil Dezer.
La causa no se encuentra judicializada aun. No todas las víctimas están contentas con eso, para algunos de ellos la actitud colaborativa de Muller es solo una maniobra dilatoria para que el caso se enfríe y no llegue a los tribunales estadounidenses.
De los 60 millones de dólares girados a Munie CO, Nacho Muller sólo reconoce 40 millones, ya que es su computadora solo tiene rastros de los últimos dos años y medio de actividad del Fondo. Del primer año, ni noticias.
En palabras de las víctimas
«Nos dijeron que había un trading de commodities y futuros que en realidad nunca existió. La plata entraba a una cuenta y de ahí se distribuía a estos chicos», relató una de las víctimas con resignación. Estos chicos a los que hace referencia son “Cachito”, “Nacho” y compañía, que hacían transferencias desde la cuenta del Fondo a sus cuentas personales sin ningún control.
«Estábamos desesperados por información. Ignacio, ya sea arrepentido o para evitar la explosión, decidió ayudar», expresó otra víctima.
Muchas de las víctimas se encuentran hoy en día en contacto gracias a la tecnología y realizan meetings a distancia para hablar sobre los avances de la investigación y el proceso de recuperación. Uno de los más activos en el grupo, y quien propuso el proceso de recuperación privada, es una víctima a la cual le robaron más de 6 millones de dólares. Se trata de un empresario argentino.
Lo que le llama la atención muchos de los damnificados es que el Fondo de Inversión Munie CO haya estado 3 años y medio sin pagar ni un dólar en impuestos.
Cachito en el ojo del huracán
Cachito, el líder de la barra del Inter Miami, se ha convertido en una de las figuras centrales del escándalo. Según los extractos bancarios, se habrían transferido a su cuenta personal 1.8 millones de dólares provenientes del fondo de inversión.
La estafa ha conmocionado a la comunidad argentina en Miami. Muchas víctimas tienen miedo a denunciar por posibles represalias.