El ministro de Trabajo del Gobierno que encabeza Maximiliano Pullaro, Roald Báscolo, analizó la situación que se vive en la provincia
La crisis económica que atraviesa Argentina ha dejado un fuerte impacto en la provincia de Santa Fe, donde se han registrado 10.000 suspensiones laborales, según confirmó el ministro de Trabajo provincial, Roald «Coco» Báscolo, en diálogo con Aire de Santa Fe. Esta situación, derivada de la continua contracción de la actividad económica, ha generado preocupación en el ámbito laboral, con el temor de que los despidos puedan convertirse en una realidad si la situación no mejora.
Báscolo explicó que «estas suspensiones afectaron a trabajadores de 60 empresas de diversos rubros en toda la provincia, sobre una base total de entre 510.000 y 520.000 empleos privados registrados. Muchas de estas suspensiones se derivan de acuerdos que datan desde el mes de noviembre del año pasado, cuando comenzaron a evidenciarse signos de parálisis económica y caída en la actividad».
Las suspensiones, según el ministro, se implementan «con el objetivo de evitar despidos, y son resultado de diversas medidas adoptadas por las empresas, como la reducción de horas extras, adelanto de vacaciones y jornadas laborales reducidas». Estos acuerdos suelen tener una duración de tres meses, y se evalúa su renovación dependiendo de la evolución de la situación económica.
“Algunas empresas suspenden a la mitad del personal por 15 días y a la otra mitad los otros 15 días, o hacen una jornada reducida para todo el personal”, expresó Báscolo respecto a las medidas que van tomando las diferentes industrias.
A pesar de la merma en la actividad, Báscolo destacó que «hasta el momento no se ha registrado un alto número de despidos en la provincia». Sin embargo, advirtió que las pequeñas y medianas empresas están comenzando a enfrentar dificultades para sostenerse, mientras que las grandes firmas cuentan con más recursos para afrontar la crisis.
“Por ejemplo, las pymes dicen que están aguantando, que hay una caída importante y están haciendo el esfuerzo porque valoran el recurso humano, pero si esto sigue así no van a poder aguantar”, aseguró.
Según Báscolo, el sector al que ve con más preocupación es el metalúrgico porque “puestos como los de la UOM, que son puestos más especializados y de mucha formación, se cuidan mucho más porque es un gran activo. Esos rubros muestran mucha caída de actividad pero eso todavía no se refleja en despidos”.
“Seguimos muy de cerca los datos de la actividad económica. Abril, si bien sigue cayendo respecto al mismo mes del año pasado, cae menos de lo que cae marzo. El único dato positivo en este contexto adverso es que en abril la caída se moderó. Ojalá ese sea el piso”, dijo el ministro.
En cuanto al sector de la construcción, Báscolo señaló que ha experimentado una fuerte ola de despidos a nivel nacional, con la pérdida de 100.000 puestos de trabajo desde agosto hasta abril. Aunque la caída en Santa Fe es menor, el gobierno provincial está implementando políticas contracíclicas para impulsar la obra pública y mantener la actividad en el sector.