El DT murió a los 85 años, pero su ausencia física no podrá despojarlo de la inmensa importancia que tuvo y tendrá para el fútbol argentino
El entrenador campeón del Mundial 1978 con la Selección, César Luis Menotti, falleció este domingo a los 85 años pero su ausencia física no podrá despojarlo de la inmensa importancia que tuvo y tendrá para el fútbol argentino como el principal exponente de uno de los estilos que generó la grieta con Carlos Salvador Bilardo, que marcó un antes y un después en la historia.
En una extensa carrera como director técnico, el «Flaco» tiene también entre sus logros ser campeón del mundo con la Selección Nacional juvenil en Japón en 1979, en un equipo que tenía a jugadores como Diego Maradona, Ramón Díaz, Juan Simón, Juan Barbas, entre otros.
Técnico del recordado equipo campeón de Huracán en 1973, con futbolistas como René Housemann, Carlos Babington, Miguel Brindisi, Roque Avallay, Alfio Basile y Omar Larrosa, su paso por Parque Patricios significó un trampolín para luego dirigir a la Selección en los Mundiales de Argentina 1978 y España 1982.
Con el Barcelona de Diego Maradona ganó la Copa del Rey, la Liga y la Supercopa de España en 1982/83. Enfrentado desde siempre con el pensamiento futbolístico de Bilardo, Menotti también dirigió a la selección de México, con jugadores como Alberto García Aspe, Jorge Campos, Carlos Hermosillo, entre otros.
Rosarino, nacido el 5 de noviembre de 1938, el «Flaco» jugó como delantero en seis equipos, entre ellos Boca (campeón 1965), Racing, Rosario Central y Santos de Brasil (campeón Paulista 1968).
Entre sus grandes aportes al seleccionado albiceleste, además del Mundial 1978, Menotti fue uno de los responsables de la consagración en Qatar 2023: desde su función fue quien optó por el nombre de Lionel Scaloni para que fuera el entrenador, como reconoció el propio presidente de la AFA, Claudio Tapia.
“Menotti fue el que me dijo que Scaloni tenía que ser el técnico de la Selección y tener contrato hasta que finalice el Mundial, sea cual sea el resultado. No podía estar siendo el técnico según la competencia”, manifestó “Chiqui”.
Lector de Jorge Luis Borges, a quien conoció durante una entrevista en su vivienda, entre otros autores, y admirador de los boxeadores Nicolino Locche, Carlos Monzón y Julio César Chávez, Menotti trascendió todas las fronteras del fútbol y se hizo dueño de un estilo que se intentó replicar una y otra vez, tanto dentro como fuera de la cancha.
Gran reivindicador de la figura de Pelé, el “Flaco” sentó en la mesa de mejores de la historia al brasileño junto a Johan Cruyff, Alfredo Di Stéfano y Diego Armando Maradona, mientras que en los últimos años añadió una silla para Lionel Messi, aunque siempre destacó su cariño por Ángel Di María.
En una de sus últimas apariciones públicas, Menotti se encargó de dejar en claro, una vez más, su postura en cuanto al deporte y la vida: “Un club de fútbol es un hecho cultural que en Argentina se fabricó a través de las esquinas de los barrios, no es que vinieron grandes poderes económicos y dijeron: ‘Vamos a crear clubes’. El club lo crea el barrio, el vecino y los sueños de las nuevas generaciones que los siguen defendiendo».
“Cuando veo estas luchas por privatizar, me pongo muy mal. ¿Privatizar qué? Me duele mucho. Yo siento realmente un peligro por la profunda desculturización que está sufriendo la Argentina”, agregó en sus dichos que, sin dudas, se convertirán en un eterno legado.