Las transferencias automáticas a provincias cayeron en abril 20,6% en forma interanual, producto de la recesión económica que afectó los recursos coparticipables.
El total de recursos enviados al interior y a la Ciudad de Buenos Aires fue de $ 2.691.921 millones, que representa un alza de 210% con relación al mismo mes del año pasado, pero que al ajustarse por inflación se convierte en una baja real de 20,6%.
De esta forma, el primer cuatrimestre cerró con una disminución de 19,2% en comparación con igual período de 2023, el peor desde 2017.
Los datos corresponden a un trabajo realizado por la consultora Politikón Chaco.
Midiendo las transferencias en moneda constante, abril de 2024 se ubicó también por debajo de igual mes de 2022 (-24,5%), 2021 (-21,6%), 2019 (-11,3%), 2018 (-11,6%) y 2017 (-4,2%), precisó el trabajo.
Respecto de las causas de esta disminución, “se verifica un escenario similar al de meses previos en relación con la fuerte caída de la recaudación en el impuesto a la Ganancia (-35,6% real interanual) mientras que el IVA también exhibió un muy considerable retroceso (-8,7% real interanual, aunque es menor al descenso registrado en marzo)”, sostuvo el informe.
Las transferencias automáticas son las que derivan de la coparticipación, leyes especiales y compensación del Consenso Fiscal y son diferentes a las “transferencias discrecionales”, que se redujeron más de un 80%.
Abril fue el octavo consecutivo mes de caída en los giros automáticos y el el sexto mes consecutivo donde la baja es de doble dígito.
Estos números explican la necesidad de los Gobernadores de aprobar el paquete de alivio fiscal, ya que el 60% de los nuevos recursos que por las normas allí incluidas se generen se distribuirán entre las provincias.
“El paquete fiscal lo necesitan las provincias, no la Nación que tiene superávit”, afirmó ayer el presidente, Javier Milei, al contestar una pregunta sobre posibles trabas en el Senado para aprobar las leyes que el martes se aprobaron en la Cámara de Diputados.