Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar
Jugar Copa Libertadores para un equipo de esta parte del mundo es un desafío. Y en el caso de Central es también un premio por haber salido campeón. Y si bien siempre de octavos para adelante es lo exigente, la mayoría de las veces también en fase de grupos tenés un partido complicado. Un cruce de los bravos, uno de esos que si salís ileso te puede marcar de la mejor manera para lo que viene y si no te toca sumar hay que sacárselo de encima rápidamente para que no deje cicatrices.
El momento de ese partido difícil ha llegado: Central enfrente a Atlético Mineiro, en Brasil. Un escollo complejo, uno de los más difíciles que le puede tocar a un equipo en esta etapa de la copa.
Central no llega como quiere a este duelo. Es que la semana pasada perdió a lo que se pensaba iba a ser la gran carta para esta competencia, Abel Hernández. Pero le toca este partido después de lo que fue un debut ganador y el hecho de haber sumado de a tres en el primer encuentro hace que las obligaciones sean diferentes para este encuentro. Por supuesto que traerse una victoria de Belo Horizonte es lo ideal y se puede dar. Pero el Canalla tendrá la tranquilidad de que el que tiene la responsabilidad por ser local es el equipo de Gabriel Milito.
Siempre es bueno el hecho de haber ganado el partido anterior y que este difícil duelo no sea para definir la clasificación. Por eso dentro de lo complejo el escenario no parece como adverso, en la previa.
En cuanto al once todo indica que tendrá que ser diferente al que viene de ganarle a Peñarol. Para este juego da toda la sensación que deberá apuntalar más la zona de la contención. Si el entrenador lo ve así tiene la tranquilidad de que el equipo alternativo viene de hacer bien las cosas ante River y que varios futbolistas demostraron que pueden estar en el once principal.
Hacer un partido inteligente, con mucho orden, concentración y tratar de aprovechar las chances que se presenten debe estar sí o sí en el manual para el juego en Brasil. Sumar y si se puede de a tres mucho mejor sería lo ideal y el camino hacia octavos se allanaría mucho. Pero si no se puede aún quedará mucho por recorrer y lo único que habrá que hacer es que no haga mella más de la cuenta.