Matías Benicelli apuntó contra el abogado Hugo Tomei, quien defendió al grupo en el juicio. "Fuimos persuadidos de designarlo para mi defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados", confesó
Matías Benicelli, uno de los rugbiers condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió el pacto de silencio que mantuvieron desde el homicidio hasta el proceso judicial, y acusó al abogado que tuvieron todos los acusados, Hugo Tomei, de irregularidades en la defensa y de persuadir la misma para beneficiar a otros coimputados.
Benicelli y Máximo Thomsen cambiaron de letrado cuando se ratificó la condena a prisión perpetua de ambos y de otros tres (Enzo Comelli, Ciro Pertossi y Luciano Pertossi) y de 15 años de prisión para Ayrton Violaz, Blas Cinali y Lucas Pertossi por ser partícipes secundarios.
Asimismo, hay un tercer condenado que tomó el mismo camino, pero se desconoce aún quien fue.
Francisco Oneto es el nuevo abogado de Thomsen y Carlos Attías es el de Benicelli, quien presentó un escrito con denuncias contra Tomei.
Attías planteó ese recurso ante el Tribunal de Casación Penal, con la intención de «recurrir al fallo» y solicitó el «recurso de inaplicabilidad y nulidad de la sentencia recurrida».
Por otra parte, Benicelli señaló que ni él ni su familia pagaron honorarios a su anterior defensor, lo que sugiere que la estrategia legal fue direccionada para beneficiar a otros coimputados.
«Fuimos persuadidos de designarlo para mi defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados», aseguró el acusado.
Asimismo, dijo que la estrategia fue en contra de los deseos de algunos de los rugbiers, quienes pretendían declarar ante el tribunal o a la prensa.
En ese sentido, Benicelli reveló que Tomei les advirtió que al hacerlo entrarían en contradicciones con sus compañeros.
El joven también remarcó que el letrado no informó sobre aspectos cruciales del proceso, como la presencia de manchas de sangre en su ropa, pertenecientes a Báez Sosa.
Asimismo, denunció que Tomei no quiso presentar a un testigo clave como Alejo Milanesi, quien en un principio estuvo detendido por el crimen, pero luego fue sobreseído junto a Juan Pedro
Guarino. Milanesi podía haber aportado en su defensa, según indicó Benicelli.
En ese sentido, Tomei «lo propuso para que éste manifestara lo que vio y escuchó de lo sucedido en aquella fatídica noche».
«Por ser un testigo privilegiado en el lugar, y porque mediante sus declaraciones podría persuadir a los sentenciantes que mi participación no fue determinante en el resultado de la muerte de
Fernando Báez Sosa», indicó.
Asimismo, reveló: «Quien debía garantizar mi defensa, inexplicablemente desistió del testigo en la misma audiencia».
Benicelli remarcó que Tomei se justificó diciendo que «Milanesi podría agravar la situación procesal de los otros co-defendidos».
Los allegados a este rugbier creen que la representación conjunta terminó perjudicando a varios de los jóvenes.
Los padres de Benicelli afirmaron que a su hijo no le informaban sobre algunos aspectos trascendentales del proceso.
«Tomei no daba muchos detalles de la investigación y muchas cosas se las enteraron durante el juicio», señalaron voceros cercanos a la familia.