El 22 de marzo, Rusia disparó 88 misiles y 63 drones de combate Shahed contra Ucrania, lo que las autoridades ucranianas describieron como el mayor ataque contra la infraestructura energética del país hasta ahora
La central termoeléctrica de Zmiivska, en la región oriental ucraniana de Kharkiv, fue destruida en un ataque ruso con misiles, informó hoy sábado la agencia de noticias Unian, citando a la empresa ucraniana de generación de energía Centrenergo.
El ataque con misiles del 22 de marzo destruyó todas las unidades de la planta y dañó el equipo auxiliar, señaló Centrenergo en un informe difundido por la agencia china Xinhua.
Los trabajadores continuaban retirando los escombros del lugar y no hay acceso a la mayor parte de los equipos de la central.
El 22 de marzo, Rusia disparó 88 misiles y 63 drones de combate Shahed contra Ucrania, lo que las autoridades ucranianas describieron como el mayor ataque contra la infraestructura energética del país hasta ahora, indica el informe.
La termoeléctrica de Zmiivska, que tenía una capacidad de 2.200 megavatios, es la mayor instalación de generación de energía del este de Ucrania, informaron los medios de comunicación locales.
El Ministerio de Defensa ruso informó el 22 de marzo en un comunicado que el ejército ruso lanzó ese día ataques masivos con misiles y drones contra instalaciones energéticas y militares en Ucrania, y que «todos los objetivos del ataque masivo han sido alcanzados».
Este viernes, el presidente Volodímir Zelenski dijo en una entrevista publicada el viernes que si Ucrania no obtiene la ayuda militar estadounidense prometida, y bloqueada por las disputas en el Congreso, sus fuerzas tendrán que retirarse «a pequeños pasos».
«Si no hay apoyo estadounidense, significa que no tenemos defensa aérea, ni misiles Patriot, ni inhibidores para la guerra electrónica, ni cartuchos de artillería de 155 milímetros», indicó al Washington Post.
«Significa que retrocederemos, nos retiraremos, paso a paso, a pequeños pasos», añadió. «Estamos intentando encontrar la manera de no retroceder».