Ciudad
Policiales

El fiscal Spelta destacó la disposición de ofrecer una millonaria recompensa para dar con el presunto asesino de Bruno


"La recompensa puesta por el Gobierno de Santa Fe de 10 millones de pesos ha sido útil ya que la colaboración fue de mucha importancia", remarcó el investigador

La recompensa de $10 millones para detener al presunto asesino del playero en Rosario «ha sido útil», sostuvo uno de los fiscales del caso que además remarcó que todas las investigaciones que se hicieron apuntaban contra el adolescente de 15 años.

Este viernes el joven fue trasladado hasta el Juzgado de Menores para sentarse frente a la jueza de Menores Nº4, Dolores Aguirre Guarrochena y, a la espera de que comience la audiencia, el fiscal Adrián Spelta habló sobre cómo se llegó a la detención del menor.

«Las investigaciones apuntaron siempre contra esta persona. La recompensa puesta por el Gobierno de Santa Fe de 10 millones de pesos ha sido útil ya que la colaboración fue de mucha importancia», destacó en diálogo con Cadena 3.

Asimismo, el fiscal manifestó que la audiencia en el Juzgado es de suma importancia porque les «puede aportar con respecto a una causa más amplia».

Spelta conforma la unidad especial que fue creada en las últimas semanas para resolver los atentados ocurridos en Rosario.

Para los investigadores todos los ataques están ligados y por eso buscan a los autores intelectuales.

Al tratarse de un menor, el fiscal explicó que «no es punible» y podría quedar «bajo un tratamiento de Niñez».

El allanamiento donde se procedió a la detención del adolescente ocurrió en las últimas horas del jueves en una vivienda ubicada en la Zona Cero, en el noroeste de la ciudad.

«Vivía con su madre y la pareja de ella está privada de su libertad en la cárcel de Coronda», destacó.

La captura se logró tras la declaración de testigos. Uno de ellos contó que estuvo al momento del asesinato y lo ubica en la estación de servicio donde Bussanich recibió tres tiros, mientras que el otro indicó que escuchó al adolescente advirtiéndole a otra persona que era él quien asesinó al playero.