El fabricante de automóviles Audi, filial de Volkswagen Group, pagará una multa de 800 millones euros por el caso de los motores diésel trucados, anunció este martes el grupo.
«Audi aceptó la multa», indicó un comunicado, asegurando que el pago tendrá un impacto negativo en el resultado 2018. También publicó una advertencia sobre sus resultados.
Hasta ahora, el «dieselgate» ha costado al grupo más de 27.000 millones de euros en llamadas a revisión de vehículos y proceso judiciales. Esta cantidad incluye una multa de mil millones impuesta en junio por la fiscalía de Brunswick y que ya fue contabilizada en el resultado del segundo trimestre.
La fiscalía de Múnich indicó por su parte haber «puesto en evidencia incumplimientos en la supervisión» dentro de la empresa «en relación con la homologación de coches diésel, que no respetan la reglamentación».
«La multa no tiene impacto en las investigaciones de la fiscalía de Múnich, dirigida a personas en el marco del caso diésel», indicó la fiscalía.
El caso de los motores diésel trucados salió a la luz en septiembre de 2015, cuando la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) estadounidense denunció a Volkswagen.
La EPA acusó a la marca de haber instalado en 11 millones de sus vehículos diésel -600.000 de ellos vendidos en Estados Unidos- un programa informático capaz de manipular los resultados de las pruebas de contaminación y esconder las emisiones reales, hasta 40 veces superiores a las permitidas.