La protesta se enmarca en medio de una grave crisis que vive el país, donde se repiten los apagones de energía
Cientos de personas salieron este sábado a protestar en las calles de Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país, para protestar por la escasez de comida y los constantes cortes de energía.
«¡Corriente (energía eléctrica) y comida! ¡corriente y comida!», era el grito generalizado en las calles de la considerada como «ciudad mártir» de la revolución cubana.
La protesta se enmarca en medio de una grave crisis que vive el país, donde se repiten los apagones de energía, mientras en las última semana se redujo la ingesta de alimentos como el pollo y el pan.
Manifestantes acudieron a los alrededores de la vivienda familiar de José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), grupo con reconocido apoyo popular en la ciudad, informó el sitio del diario español El Mundo.
Ferrer permanece en prisión desde el 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos protagonizaron el principal estallido social en 65 años de hegemonía revolucionaria en Cuba.
En la manifestación se escucharon los habituales gritos libertarios de «¡Patria y Vida!», el himno creado por un grupo de cantantes que se convirtió en bandera durante el 11J.
Como suele suceder en las protestas que se producen en la isla, Internet comenzó a fallar, lo que muchos relacionaron con una habitual estrategia oficialista para evitar que se propagaran las imágenes de lo que sucedía en Santiago.
La Seguridad del Estado fue la encargada de mantener bajo vigilancia la situación, indicaron fuentes de la protesta al mismo portal.
Según informes verificados por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), el martes pasado también se llevó a cabo una gran protesta en el municipio oriental de San Andrés, provincia de Holguín.
«Gran cantidad de boinas negras (brigada especial represiva del Ministerio del Interior) ocuparon el centro del pueblo. A lo largo de la semana han sido citados varios manifestantes a quienes la policía ha impuesto multas de 5.000 pesos cubanos (casi 200 euros, una cifra astronómica para los cubanos humildes)», confirmó el OCDH.