La medida arranca a las 22 y se corta por el momento cada mañana a las 6. Ambos sectores reclaman más seguridad tras los últimos asesinatos
Los trabajadores de estaciones de servicio y los peones de taxis de Rosario continúan sin desempeñar tareas durante el horario nocturno, de 22 a 6, en medio de un reclamo por mayor seguridad en las calles de la ciudad. La medida, lanzada el domingo pasado tras el crimen del joven playero Bruno Bussanich, se mantiene por tiempo indeterminado debido a la falta de garantías de seguridad para retomar las actividades.
Ismael Marcon, representante del sindicato de trabajadores de estaciones de servicio de Rosario, expresó que «no nos dan las garantías suficientes en cuanto a la seguridad para reabrir de noche». En este sentido, indicó que están en conversaciones con la cámara empresaria para evaluar alternativas, como trabajar por turnos similares a las farmacias.
«Estamos analizando concretamente cerrar el turno noche y trabajar tipo farmacia, es decir cubriendo zonas. Es la única alternativa que vemos, siempre y cuando la estación de turno cuente con seguridad. Los trabajadores están con mucho terror y cumpliendo guardias mínimas para ambulancias y policía», agregó Marcon.
Por su parte, José Iantosca, tesorero de la Cámara de Taxis, señaló que han decidido mantener la medida de fuerza nocturna hasta que se implementen medidas de seguridad en las calles que les permitan trabajar de manera más tranquila. «Por ahora es un desierto. Tenemos compañeros que salen a trabajar por necesidad pero nosotros aconsejamos que no lo hagan porque no tiene sentido, por muy poca plata te puede llegar la muerte», advirtió.
«Estamos viviendo el peor momento de los taxis de la historia. De las autoridades no tuvimos respuestas. Quedamos muy solos, muy expuestos, somos un blanco fácil. Lo primero es proteger la vida, el trabajo lo iremos viendo después. Veremos si con los nuevos operativos están las condiciones dadas para volver a salir. Se viene prometiendo mucho y hasta ahora no hay nada», concluyó Iantosca.