Este viernes los autos de alquiler regresaron a las calles. Los choferes de micros urbanos definieron en asamblea continuar con la medida de fuerza
La ciudad de Rosario enfrenta una profunda crisis en cuanto a su transporte público, con una paralización total de los servicios de taxis y colectivos después de una serie de violentos episodios que han conmocionado a la comunidad.
Los taxistas, tras un período de paro en duelo por los dos colegas asesinados en dos noches consecutivas, decidieron normalizar el servicio al mediodía de este viernes, aunque en un clima de profundo pesar y luto. Los crímenes de sus compañeros, ambos ocurridos en la zona sur de la ciudad, generaron un ambiente de temor e incertidumbre entre los trabajadores del volante.
En cuanto al servicio de colectivos, continúa el paro tras el ataque a balazos a un chofer de la línea K, dejándolo en estado grave. Sergio Copello, titular de la UTA Rosario, anunció por la mañana que se iba a realizar una asamblea y ya esta misma tarde el gremio comunicó que se extiende la medida de fuerza por lo menos hasta este sábado, cuando se vuelvan a reunir los delegados y definan si regresan o no los colectivos a las calles.
Cómo resultado de la asamblea que se desarrolló las primeras horas de la tarde, la misma resolvió con el voto de delegados de empresas urbanas e interurbanos, la continuidad de la medida de protesta por el atentado al cro. Marco Daloia. En el día de mañana volveremos a evaluar.
— utarosario (@UtaRosario) March 8, 2024
Copello expresó su preocupación y frustración ante la situación, enfatizando la necesidad de medidas contundentes por parte de las autoridades policiales para garantizar la seguridad de los trabajadores del transporte. Ante la incertidumbre sobre cuándo se restablecerá el servicio de colectivos, el representante sindical subrayó que no puede ofrecer garantías sobre la vuelta a la normalidad en el corto plazo.
La ciudad de Rosario se encuentra inmersa en una crisis de seguridad que afecta no solo a los trabajadores del transporte, sino también a toda la comunidad. En este contexto, las autoridades locales y provinciales enfrentan el desafío de restaurar la confianza y la seguridad en el sistema de transporte público, así como de abordar de manera integral el problema de la violencia que azota a la ciudad.