La medida era motorizada por el sector de la carne, que sostenía que las denominaciones como "jamón vegetal", "salchicha vegana" o "bacon vegetariano" podía generar confusión entre los consumidores y las consumidoras
La medida era motorizada por el sector de la carne, que sostenía que las denominaciones como «jamón vegetal», «salchicha vegana» o «bacon vegetariano» podía generar confusión entre los consumidores y las consumidoras.
Entre los términos cuyo uso está prohibido para la designación de productos con proteínas vegetales también figuran solomillo, falda, escalope, bife y paletilla mientras que aquellos «que hagan referencia a los nombres de especies o grupos de especies animales, o a la morfología o anatomía animal» también están prohibidos para comercializar productos vegetales, según consignó la agencia AFP.
En tanto, algunos términos pueden utilizarse para productos alimenticios «de origen animal que puede contener proteínas vegetales», siempre que se respete un porcentaje máximo de materia vegetal.
En estos últimos, los ingredientes vegetales se agregan como «complemento» a los alimentos de origen vegetal, como el chorizo, las salchichas o la andouille -embutido tradicional-, entre otros.
El contenido máximo de proteínas vegetales oscila entre el 0,1% para un huevo entero líquido, el 5% para un salchichón y el 6% en el caso de una «paupiette» (filete fino de carne con relleno).
«Los productos legalmente fabricados o comercializados en otro Estado miembro de la Unión Europea o un tercer país» siguen estando autorizados, precisa el decreto.
A nivel de la UE, sólo están prohibidos nombrar productos vegetales con términos usados tradicionalmente para los lácteos, como «yogur» o «queso».
Tras un decreto suspendido en 2022, el nuevo intento del gobierno por prohibir estas denominaciones entrará en vigor dentro de tres meses y prevé un año de transición para liquidar existencias, así como multas de hasta 16.280 dólares.