Por José Odisio - CLG
Por José Odisio
Rosario. Miami. Ezeiza. Buenos Aires. La Plata. Clásico. El itinerario de Newell’s de estas dos semanas está lleno de paradas. Incluye el golpazo en el Coloso con Racing, la fiesta en Estados Unidos con el Inter de Messi y el Tata, y el regreso para enfocarse en el partido con Estudiantes, un choque importante desde lo numérico y futbolístico por ser la antesala del partido ante Central.
El partido ante Inter fue importante desde lo institucional, de eso no hay dudas. Por un par de días Newell’s fue mencionado en Estados Unidos como el equipo de Messi, y hubo todo tipo de menciones y homenajes, que incluyeron a la MLS, Adidas, Conmebol y AFA. Pero sin quererlo, el viaje sirvió para hacer olvidar rápido la goleada ante Racing, con futbolistas distendidos y disfrutando de la fiesta. Y Larriera entendió el mensaje y administró las cargas sin que nadie se sintiera afuera.
Ahora se vienen dos partidos que pueden marcar al equipo. El inicio perfecto de cuatro victorias entregó protección de resultados a Larriera, pero el DT uruguayo sabe que el partido con Central será una marca indeleble que necesita que sea positiva. Y el debate será si guarda algo con Estudiantes o busca darle mayor rodaje a un equipo titular que responde pero tiene poco recambio.
Banega, Ramírez, Martino, Velázquez, Glavinovich, Fernández Cedrés y Macagno son fundamentales y sus posibles reemplazantes no ofrecen garantías.
Entonces, guardar no parece una opción viable. Larriera lo sabe. Por eso Ever sólo jugó media hora en Miami. Y los otros igual. Vivieron la fiesta, pero sin bailar toda la noche.
El inicio leproso fue tan perfecto como impensado. Y ahora habrá que ver cómo responde ante la primera mano fuerte. Y con el Clásico tan cerca, sería bueno que el porrazo ante Racing no haya dejado ninguna cicatriz.