Por Diego Carballido
Gerónimo Cabrera tiene veinte años, vive en Banfield y estudia administración de empresas y comercio internacional. Hace aproximadamente un año tuvo una cierta curiosidad por la fabricación de los “spinners”, los juguetes antiestrés que estuvieron muy de moda, a través de esa investigación se interiorizó acerca del mundo de las impresos 3D. “En ese mismo momento, mi papá vio un documental sobre las prótesis hechas con esas impresoras y así empezamos a tratar de hacerlas» cuenta Gerónimo en diálogo con CLG.
«Las primeras manos se nos rompían todas. Más tarde, compramos una mejor impresora y empezamos a tener otros resultados» dice Gerónimo al referirse al proyecto “Te doy una mano”. Este joven de la zona sur de la provincia de Buenos Aires, junto con su papá, lleva adelante un proyecto que está cambiando la vida de muchas personas. «En un año y medio ya entregamos 200 manos en todo el mundo» explica con orgullo.
A partir de sus inquietudes tecnológicas, los Cabreras, empezaron a fabricar manos ortopédicas con sus propias impresoras 3D y las entregan de manera gratuita a las personas que lo necesitan. Reciben decenas de pedidos diarios a través de sus redes sociales y ya han entregado manos en todo país, inclusive en Chile, México y hasta en África.
Actualmente, tiene cuatro impresoras 3D fabricando todo el tiempo piezas plásticas de colores que luego son ensambladas dando como producto final las manos ortopédicas que, más tarde, son donadas. Todo ocurre en un pequeño taller ubicado detrás del comercio familiar de los Cabrera. «La entrega es muy emocionante. Ver como tu granito de arena le puede cambiar la vida a una persona emociona mucho y es el mejor premio a todo el esfuerzo que hacemos”.
Cada uno de los pedidos requiere una serie de medidas y los beneficiarios de las manos hasta tienen la posibilidad de elegir el diseño que luego lucirán. “Cuando los destinatarios son chicos, generalmente nos piden el diseño del Spiderman o de Iron Man” comparte Gerónimo.
El proyecto de los Cabrera empezó a tener más relevancia a partir de la difusión que tuvo en algunos espacios televisivos como el noticiero de Telefe o por su visita al programa Marcelo Tinelli. «Hemos tenido propuestas de empresas, pero estamos todavía conversando. No queremos perder el objetivo que es hacer manos» explica Gerónimo y agrega que, por el momento, no reciben el apoyo de ningún tipo de entidad.
Es una propuesta particular que le permite viajar a distintos puntos del país, de hecho en el mes de mayo estuvieron de visita en Rosario entregando una serie de pedidos que había recibido de personas de la ciudad y de localidades vecinas.
La originalidad del proyecto y el impacto social que generó hizo que la iniciativa llegara a oídos del Papa, quien lo recibió hace unas semanas atrás, en el Vaticano. «Fue una experiencia increíble y un honor haber estado con él» recuerda Cabrera sobre el encuentro donde Francisco recibió una prótesis con los colores de San Lorenzo de Almagro.
Para muchas personas, sobre todo los más pequeños, recibir uno de las manos fabricadas por Gerónimo y su papá es realmente un antes y después en sus vidas. “Nos los agradecen mucho porque a partir de recibir la prótesis se sienten muchos más seguros y mejoran su calidad de vida” concluye el joven oriundo de Banfield.
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