El propio mandatario aseguró que su familia ya no vive en la ciudad y sostuvo que no lo van a "amedrentar"
El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, volvió a ser amenazado de muerte hoy mediante una nota que le dejaron en una dependencia pública del centro de Rosario, según confirmó este lunes el propio mandatario, quien aseguró que su familia ya no vive en la ciudad y sostuvo que no lo van a «amedrentar» y que seguirá «peleando contra la delincuencia».
En una conferencia de prensa que dio esta mañana, el gobernador santafesino reveló que el Ministerio de Seguridad le confirmó que en una oficina pública donde funciona la sede de la Dirección Migraciones, ubicada e Italia y Urquiza, del centro de Rosario, habían dejado una nota con un texto con amenazante dirigido a él y a su familia.
Pullaro dijo que tomó conocimiento del hecho cuando iniciaba una actividad oficial en el Registro Civil de la ciudad de Rosario, ubicado sobre la calle Salta al 2800.
«Cuando llegaba al Registro Civil, personal del Ministerio de Seguridad me informó sobre una nueva amenaza contra mi familia», reveló.
«Lamentablemente ya estoy acostumbrado desde que comenzó mi gestión, pero quiero ratificar el rumbo de seguir peleando contra la delincuencia en la provincia de Santa Fe y en la ciudad de Rosario», continuó el mandatario santafesino.
El viernes pasado, en otra entrevista televisiva a Telefé Rosario Pullaro había asegurado que su familia estaba mal.
«Los primeros veinte días dejé a mi familia encerrada en un departamento. Vivo en un departamento pequeño, por lo cual no la pasaron bien, y ahora la saqué de la ciudad, porque no creo que tengan que andar con diez personas de custodia permanentemente porque esos recursos se los sacás a la calle. Yo me la aguanto porque sé en lo que me metí y en las acciones que llevamos adelante, pero no le vamos a permitir a los delincuentes que desde la cárcel hagan lo que quieran», dijo.
En el mismo sentido, el gobernador apuntó hoy que continuarán «manteniendo controlados a los detenidos que cometían delitos desde las cárceles, alojados en pabellones de alto perfil. Eso es lo que más molesta. Y se avanzará para bajar los niveles de violencia y aumentar la seguridad en la ciudad».
Sobre la amenaza que recibió hoy, Pullaro dijo: «Estaba dirigida hacia mi familia e hizo mención a algo sugestivo sobre la donación de órganos. Fue algo muy feo».
«No nos van a amedrentar, seguiremos trabajando en ese sentido. El Ministerio de Seguridad está muy compacto, muy sólido en ese sentido», insistió el gobernador, quien aseguró que está «bien cuidado» y que sus años de trabajo en el Ministerio de Seguridad le permitieron aprender cómo cuidarse «de estos delincuentes violentos».
También explicó los pasos a seguir en materia de Seguridad: «El Estado tiene que ir mas allá, no solo con controlar a los presos del Servicio Penitenciario de la provincia, sino también el trabajo de la policía en la calle y el reordenamiento de la policía de investigaciones».
Por otra parte, hizo mención a la situación de los adolescentes que cometen delitos y consideró que el Estado debe contener a esos «chicos de 12, 13 o 14 años»
«Cuando vemos que un chico de 12, 13 o 14 años lleva adelante un delito de estas características habla claramente que el estado tiene que llegar y contener», aclaró.
Ayer, en sintonía con lo que manifestó Pullaro, el ministro de Justicia y Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, aseguró que las bandas narcocriminales «están reclutando chicos de entre 12, 13 o 14 años» y que detrás de esa situación «hay un problema social muy profundo».
El pasado 12 de diciembre, a poco de asumir, Pullaro fue amenazado mediante otra nota que fue dejada tras una balacera ejecutada contra un cajero automático de una sucursal del banco Macro en Rosario.
Al otro día, el 13 de diciembre, en otro ataque a tiros contra a fachada del hospital público de Emergencias -Heca-, presuntos sicarios dejaron otra nota dirigida al gobernador y firmada por internos del pabellón 9 de la cárcel de Piñero.
Según la investigación, las amenazas surgieron en respuesta a la decisión gubernamental de trasladar a los presos de alto perfil de ese penal a pabellones más seguros para tenerlos más controlados y evitar que comanden delitos desde prisión.
Pullaro manifestó hoy en Rosario que «si un chico de 12 o 14 años comete un delito violento», significa que «el Estado no le está dando una perspectiva de vida diferente».
En diálogo con Canal 3 y Radio 2 de Rosario, el gobernador consideró que las políticas desarrolladas desde el Estado «deben reforzarse» para que los más chicos «no sean blanco de organizaciones criminales».
El mandatario se refirió así a reciente aprehensión de tres adolescentes por arrojar una bomba molotov a un colectivo de transporte urbano, y a quienes la policía les secuestró notas con amenazas para el ministro de Seguridad Cococcioni.
«Lamento profundamente la perforación que ha sucedido en los últimos años de las organizaciones criminales sobre menores de edad, no es nuevo que captan menores por la impunidad que genera la comisión de sus delitos», afirmó el gobernador Pullaro.