Por José Odisio - CLG
Por José Odisio – CLG
Newell’s termina un año con más amarguras que sonrisas. Heinze fue una gran decepción y el título de Central, en una ciudad tan pasional y llena de folclore, fue otro golpe emocional que potenció el enojo del hincha leproso.
Quedarse con la bronca no sirve de nada. La dirigencia está obligada a intentar mejorar, y la llegada de Mauricio Larriera va por ese camino. El DT uruguayo tiene clara su ideología de juego y en sus declaraciones demostró saber bien adónde vino. «Hay que apuntar a la Copa Argentina», dijo. Es la primera vez que un técnico leproso le da importancia a un torneo que tiene demasiado premio como para ningunearlo. Después los resultados dirán si estuvo acertado o no, pero el enfoque es correcto. «Y hay que intentar ganar los Clásicos», agregó, consciente de la relevancia que el partido con Central tiene en el estado emocional de hinchas, jugadores y directivos.
Larriera parece ser una buena elección, ahora falta que lleguen tres o cuatro refuerzos que le permita mostrar un equipo mejorado en cancha. Mantener lo bueno de Heinze y mejorarlo, en especial a la hora de hacer goles, el gran déficit de la Lepra en 2023.
¿Y los refuerzos? La llegada de Ariel Michaloutsos es otro indicio de cambio positivo. Llega con buena «vibra» de los hinchas, porque siempre fue un profesional con potencial, pero la billetera no sobra y necesitará de ingenio en el scouting de jugadores. Con tan pocos refuerzos solicitados, fallar es un problema. Y la demora en la llegada de futbolistas es lógica, aunque todos se impacienten.
Un año malo desde lo deportivo puede pasar. Incluso hubo peores en un pasado reciente. Pero Newell’s necesita darle al hincha alegrías deportivas. Y en 2024 la exigencia será mayor. Todos lo saben, ahora hace falta que suceda algo distinto en la cancha.