Por Diego Añaños - CLG
Por Diego Añaños – CLG
Después de mucho hacerse esperar, Nicolás Caputo anunció el primer paquete de medidas de su gestión. No quiero detenerme demasiado en detalles incidentales, pero creo que quedó evidenciado el nivel de amateurismo e improvisación del nuevo gobierno. A nadie escapa que un ministro de Economía con una hoja de ruta clara no dilata innecesariamente la emisión de su mensaje, ni se expresa del modo en que lo hizo el Maradona de las Finanzas el martes por la tarde, casi entrada la noche. Les voy a confesar que sentí la tentación de decir que finalmente se acabó la incertidumbre. Sin embargo, lejos estamos de alejar los fantasmas, cuando luego de que se dieran a conocer las medidas, se fueran sumando parches la medidas que pasaban las horas. Seguramente con el pasar de los días podremos ir tomando el pulso de las reacciones de los distintos sectores ante un panorama que, en pocas horas, cambió drásticamente.
Caputo, mirando a las cámaras, no le habló a los argentinos. Su objetivo era otro. Por un lado, necesitaba convencer a las principales víctimas del ajuste que se viene de que los esfuerzos serán compartidos. Sufrirán los trabajadores, los jubilados y los desocupados, pero también la política pondrá su parte, era el mensaje. No importa que los recortes reales tengan un impacto económico insignificante, lo importante es lo simbólico. Algo así como lo que proponía el gerente de la alegría de Macri cuando en las reuniones de gabinete decía que (y cito textual) “la peor pobreza es perder la capacidad de soñar, de proyectarse”. Algo obvio para todos, no tener para comer es un hecho anecdótico siempre que podamos soñar, no? Bueno, acá lo importante es lo simbólico, mentir que el ajuste lo va a hacer la política. Y acá sólo vale la fe. Porque si alguien sigue creyendo en Caputo después de pagar $12.000 un kilo de carne, o perder todos los subsidios, es porque la convicción no viene de los hechos, sino de las fuerzas del cielo que acompañan siempre al presidente en sus discursos. Veremos si los votantes mileístas siguen comprando la promesa libertaria cuando comiencen a sangrar, a sudar y a llorar. Paralelamente, el ministro necesita convencer a la ciudadanía de que, como lo viene afirmando, lo que van a sufrir en lo subsiguiente, no es culpa de las decisiones de este gobierno, sino que es el coletazo final del programa económico del gobierno anterior. Ya no importa si son verdades o no, importa conservar la fe de un electorado cuya apuesta fue mucho menos orientada a la defensa de las ideas de la libertad, que a la derrota del kirchnerismo
El segundo objetivo era la comunidad financiera internacional. Caputo necesitaba mostrarle a sus pontenciales financiadores de lo que era capaz. Necesitaba dejar en claro que podía ir incluso más profundo que lo que habitualmente se sugiere en el decálogo neoliberal. En primera instancia tuvo éxito. La directora gerente del Fondo, la búlgara Kristalina Georgieva, le dio la bienvenida al paquete de medidas anunciadas por el ministro de Economía. Julie Kozack, directora de Comunicaciones del organismo las calificó de “audaces acciones”, y sostuvo que apuntan en el sentido correcto, ya que buscan mejorar las finanzas públicas. Pero sin dudas la nota la dio Ricardo López Murphpy. Como todos saben, el bulldog tiene sueños húmedos con los ajustes fiscales, y lejos está de ser el Che Guevara. Cuando le consultaros su opinión sobre los anuncios de Caputo los calificó de estremecedores. Listo, cerrame la ocho.
Un capítulo aparte es el de las contradicciones, área donde La Libertad Avanza va por un Guinness. Un gobierno que antes de cumplir los dos días de gestión ya bajó casi todas las banderas. Desde los medios afines no paran de aplaudir como focas la plasticidad de Milei, y su notable pragmatismo, pero por mucho esfuerzo que hagan, la verdad emerge. No sería una mala idea volver a replicar el famoso video de Milei, pero eliminando todas sus ideas: Eliminación del Banco Central, afuera!!!! Dolarización, afuera!!!! Fijación libre del tipo de cambio, afuera!!!!, Eliminación de impuestos, afuera!!!! Eliminación de retenciones, afuera!!!! Independencia del Banco Central, afuera!!!! China y Brasil como dictaduras sangrientas, afuera!!!!
Dicen que toda generación en la Argentina va a vivir al menos un Rodrigazo. Y en eso sí, Milei no se desdijo. Desde hace un tiempo viene comparando la situación del país con la previa a la asunción de Celestino Rodrigo en 1975. Y como no podía ser menos, tuvo el suyo propio. El anuncio del martes mezcla como en una licuadora, citas de Martínez de Hoz, Cavallo y Nicolás Dujovne, está en su esencia la larga historia de los planes de estabilización macroeconómica vernáculos. Sin embargo la brutal devaluación de casi el 120% supera largamente a la del Rodrigazo, y todavía está por verse cuál será la magnitud del aumento de los servicios públicos cuando se eliminen los subsidios, pero si se estremece López Murphy, les recomiendo ajustarse los cinturones, porque el cimbronazo va a ser tremendo.