Un ochenta por ciento de los casos de ceguera pueden prevenirse o tratarse, por lo que los controles periódicos al oftalmólogo siguen siendo claves para mantener una buena salud visual, especialmente para prevenir enfermedades que con un diagnóstico temprano tienen total solución.
Así lo aseguró el médico oftalmólogo Robert Kaufer, especialista en Cirugía Oftalmológica, quien en el marco del Día Mundial de la Visión, que se conmemora este jueves indicó que la prevención es tan importante como «los grandes avances que se han hecho en el campo de la oftalmología».
Kaufer puso como ejemplo al glaucoma al que llamó «el ladrón silencioso de la visión», ya que es «una enfermedad silenciosa que no genera sintomatología en general pero que si se detecta a tiempo puede tratarse».
«Consiste en que la presión del ojo se encuentra en valores por encima de los normales. Esto genera daños en el nervio óptico que se traduce en disminución del campo visual. Si no se trata y revierte la presión intraocular se puede llegar a la ceguera en poco tiempo. Mucha veces con colocar una gota en el ojo por día es suficiente para evitar los daños de esta enfermedad», indicó el especialista, quien es director Médico de Kaufer Clínica de Ojos, centro de alta especialización en oftalmología de la localidad de Martínez, provincia de Buenos Aires y presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Refractiva y Catarata.
Asimismo, el oftalmólgo remarcó la importancia de «los controles que debemos realizar a partir del nacimiento» debido a que «a veces con un simple anteojo se puede prevenir que un ojo deje de ser «vago» o pierda visión».
«Esto es de vital importancia en los primeros 8 años. Un ojo que se encuentra desenfocado y en plena maduración no logra desarrollar visión. Con un simple anteojo muchas veces es suficiente para corregir este defecto. Si no se llegara a corregir corremos el riesgo de que ese ojo no logre ver nunca. Pasado una determinada edad (generalmente entre los 6 y 8 años) ya es tarde», añadió.
Por otro lado, el experto destacó que la catarata «sigue siendo la enfermedad curable que más invalidez genera».
En ese sentido, explicó que «la catarata es la opacidad del cristalino», y añadió que «esta lente se encuentra en el ojo y al perder transparencia hace que la luz no llegue bien a la retina».
Kaufer afirmó que «la solución es quirúrgica al extraer la lente opaca se reemplaza por una lente intraocular» y agregó que «existen lentes intraoculares que permiten que el paciente prácticamente deje de depender de sus anteojos de lejos y de cerca».
«La cirugía de cataratas es la cirugía que más se realiza en el mundo con más de 15 millones de cirugías por año. Y aumenta año tras año. Como se puede ver la prevención es clave. Además de los cuidados generales como el uso de anteojos con protección UV, la protección en ciertos trabajos como también en algunos deportes y una buena dieta y saludable», concluyó.