La agencia de la ONU para la infancia se refirió con dureza en relación al conflicto bélico entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas
Unicef criticó hoy el reinicio de los combates en la Franja de Gaza entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, al afirmar que «quienes están en el poder han decidido que la matanza de niños podía reanudarse».
“Hoy quienes están en el poder decidieron que se reanudaría la matanza de niños en Gaza», afirmó James Elder, vocero de la agencia de la ONU para la infancia (Unicef) en una videoconferencia desde Gaza para periodistas en Ginebra.
“La situación humanitaria en Gaza es tan peligrosa que cualquier cosa que no sea una paz sostenida y una ayuda de emergencia a gran escala significará una catástrofe para los niños», agregó Elder, poco después de que se reanudarán los combates tras vencer la tregua de una semana que permitió el intercambio de rehenes por presos palestinos y el ingreso de ayuda humanitaria al enclave.
El Gobierno de Israel estimó hoy que aún quedan 137 rehenes capturados por Hamas en la Franja de Gaza, y que 110 ya fueron liberados, entre ellos una decena con nacionalidad argentina.
“Es tal la enormidad de la necesidad, tales han sido los bloqueos a la ayuda durante tanto tiempo, que a pesar de los enormes esfuerzos de la semana pasada, la situación de salud, nutrición y saneamiento empeora día a día», lamentó el trabajador humanitario, según una nota colgada en la página web del organismo.
Por eso, llamó a «implementar un alto el fuego duradero (…) La inacción, en esencia, es una aprobación del asesinato de niños (…) Pero aquí estamos. Los bombardeos comenzaron apenas unos segundos después del final del alto el fuego».
Luego relató que se trasladó al hospital Nasser, el más grande de los que aún funciona en Gaza, y se encontró con «cientos de mujeres y niños durmiendo en salas de espera y pasillos» y «niños con heridas de guerra».
«La muerte está en todas partes», lamentó Elder.
Israel y Hamas reanudaron hoy los combates tras el vencimiento de la tregua de una semana, con acusaciones cruzadas entre los bandos por el reinicio de las hostilidades y pedidos de la comunidad internacional para un nuevo cese humanitario.
La tregua marcó una pausa en los combates iniciados el 7 de octubre cuando milicianos de Hamas irrumpieron en Israel, en un ataque sorpresa que dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados, entre ellos una veintena con nacionalidad argentina.
En respuesta, Israel prometió eliminar a Hamas y desató una campaña de ataques aéreos y terrestres en Gaza que, según el ministerio de Salud del enclave palestino, dejó más de 15.000 muertos, en su mayoría civiles.