El cantante Cristian «Pity» Álvarez fue trasladado de pabellón en el penal de Ezeiza y según denunciaron allegados a la familia del músico, en el nuevo sector que ocupa, otros internos comenzaron a cobrarle lo que en la jerga se conoce como «peaje».
«Pity» se halla bajo el Programa Interministerial de Salud Mental Argentina (PRISMA) en esa cárcel a cargo del Servicio Penitenciario Federal (SPF) ubicada del sur del Gran Buenos Aires y fue cambiado de lugar de alojamiento junto con otros tres reclusos.
En este sentido, voceros remarcaron que el traslado se habría producido bajo «el supuesto» fundamento de ser ejemplo para los internos que allí se alojan y que serían los que registran «peor comportamiento».
Esta situación llevaría al ex líder de Viejas Locas «al aislamiento total y a no alimentarse», denunciaron allegados a la familia del artista.
Asimismo, las fuentes relataron a Noticias Argentinas que «Pity» «llegó a tal situación de ´ostracismo´, con todo lo que ello implica para su patología y adicción, luego de atravesar varios hechos de amedrentamiento, tales como la exigencia de entrega de cigarrillos, tarjetas telefónicas y otros elementos». «Álvarez casi no sale de su celda y prácticamente no come», agregaron.
Por otra parte, también sostuvieron que: «De ocho reclusos que estaban alojados en el primer piso, cuatro fueron bajados a planta baja, entre ellos Álvarez, y otros cuatro fueron al segundo piso, porque las autoridades dijeron que los presos de buen comportamiento tienen que ´resocializar´ a los de mala conducta».
Fuentes del Servicio Penitenciario Federal señalaron que «efectivamente se lo cambió de lugar, pero porque tuvo un avance en su tratamiento», al tiempo que señalaron que «los internos con los que está ahora, en todo caso, están en mejor condición que los que estaban antes con él».
«Los cambios de alojamiento de una planta a otra tienen que ver con decisiones terapéuticas de todo el equipo de PRISMA, en función de ciertos problemas de convivencia que se venían suscitando. No de ´Pity´ con alguien, sino de cuestiones grupales de todos los pacientes del dispositivo. Se hizo un cambio grande para promover mejor convivencia entre todos», agregaron voceros del SPF.
Además, remarcaron que «los profesionales están ahí cubriendo todo lo que se necesita, tanto los espacios de tratamiento individual, como los talleres y actividades grupales, además de la guardia interdisciplinaria durante las 24 horas».
Sin embargo, allegados a la familia del músico remarcaron que el cambio que hicieron con Álvarez «no es positivo».
«En el primer piso estaba bien. Tocaba la guitarra cada tanto, a pesar de su lucha cotidiana contra las adicciones.
Ahora, en la planta baja, hasta le cobran ´peaje´, casi no emite palabra y no sale de su celda. Su estado de salud es preocupante y su deterioro se ha profundizado», dijeron.
Según se supo, en los últimos días Álvarez está siendo tratado por severas dolencias en el aparato digestivo, luego de «haber tenido fiebre y hasta una jornada con 22 de presión arterial» semanas atrás.