El equipo de criminalística que realizó las investigaciones en la escena del crimen incautó seis vainas de calibre 9 milímetros que serán sometidas a peritaje.
La vivienda de Sofía Noelia Archilasqui, la joven de 29 años que fue asesinada a tiros el pasado martes, fue blanco de disparos en las primeras horas de este jueves. Dos residentes que comparten el mismo pasillo donde se ubica la residencia de la víctima sufrieron heridas leves por rozamiento de bala y se encuentran fuera de peligro. Las autoridades están investigando si el vehículo utilizado en el ataque podría ser un Chevrolet Aveo, el cual fue secuestrado esta mañana por el Comando Radioeléctrico en la dirección García del Cossio al 1200 bis. Se encontraron vainas servidas y marcas de bala en el lado izquierdo del vehículo.
El incidente tuvo lugar alrededor de la 1 de la madrugada. Según testigos, dispararon desde un auto de color rojo que se encontraba en Maradona y La República, apuntando hacia el pasillo en el que vivía Archilasqui, quien el martes anterior había protegido a dos de sus cuatro hijos de los disparos. En ese incidente, uno de los niños sufrió un roce de bala en el brazo izquierdo.
El equipo de criminalística que realizó las investigaciones en la escena del crimen incautó seis vainas de calibre 9 milímetros que serán sometidas a peritaje.
En la mañana de este jueves, el Comando Radioeléctrico incautó un Aveo con vainas servidas en los asientos traseros e impactos de bala en el lateral izquierdo trasero. El auto no tenía patente y, aparentemente, habría sido robado recientemente. Se investiga si fue el vehículo usado para la balacera.
En relación al ataque, una mujer de 19 años sufrió un rozamiento de bala en el mentón, mientras que un joven de 21 años recibió un disparo que rozó su muñeca derecha.
La madre de Archilasqui, Olga, expresó su angustia: ‘Hace apenas dos días enterré a mi hija y ahora casi tuvimos que enterrar a otros vecinos. Milagrosamente, sobrevivieron. Mis nietos, ahora huérfanos, se encontraban debajo de la cama anoche, temerosos. Me decían: «Abuela, no queremos volver a la casa de nuestros tíos»‘. Olga también agregó que ‘en la cuadra de Maradona al 800 bis, no hay una sola casa que no haya sido alcanzada por disparos. Todos los vecinos se despertaron llorando, llenos de miedo. Llamaron a la Policía y se rieron en nuestra cara al decirnos que saben quiénes son. Le pido a quienes estén a cargo de la investigación del caso de mi hija que vengan a mi casa para verlo, para examinarlo. Quiero justicia’, concluyó la afligida madre.