Durante la noche, Israel siguió bombardeando la Franja, gobernada por Hamas, que replicó disparando cohetes hacia el sur del Estado hebreo
Israel y Hamas volvieron a cruzar fuego hoy, antes de que llegara a la ciudad de Tel Aviv el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien viajó en una muestra de solidaridad con su aliado israelí, en el sexto día de hostilidades que ya han dejado miles de muertos.
Israel ha jurado «destruir» al movimiento islamista palestino Hamas, responsable de los sangrientos ataques del 7 de octubre, y que mantiene secuestradas a 150 personas en suelo israelí.
Según un portavoz militar, Richard Hecht, el Ejército israelí contempla una «maniobra terrestre» en la Franja de Gaza, si bien «no se ha tomado aún una decisión» al respecto.
El mismo portavoz agregó que el objetivo en este momento es la «liquidación» del gobierno de Hamas en Gaza.
Durante la noche, Israel siguió bombardeando la Franja, gobernada por Hamas, que replicó disparando cohetes hacia el sur del Estado hebreo.
Hamas también disparó cohetes contra Tel Aviv en represalia a bombardeos israelíes «contra civiles» en dos campos de refugiados en el enclave palestino.
Decenas de bombardeos aéreos alcanzaron el campo de Al Shati, en el norte de Gaza, informó la agencia de noticias AFP.
Todo esto sucedió horas antes de la llegada de Blinken, quien, tras aterrizar en Tel Aviv, reiteró el apoyo de Estados Unidos a Israel.
«Los apoyamos hoy, mañana y los apoyaremos todos los días siguientes», aseveró.
«Estamos decididos a garantizar que Israel obtenga todo lo que necesita para defenderse», añadió Blinken, antes de iniciar un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Estados Unidos ya ha proporcionado ayuda militar adicional a Israel desde el recrudecimiento del conflicto, a partir de los múltiples ataques perpetrados en suelo israelí el sábado último por la organización Hamas.
Sin embargo, el presidente estadounidense, Joe Biden, instó a Israel a respetar «las leyes de la guerra» en Gaza.
Blinken se reunirá mañana en Jordania con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y con el rey Abdullah II, de Jordania.
Según las autoridades respectivas, los ataques de los últimos días ya les costó la vida a más de 1.200 vidas israelíes y a al menos 1.354 palestinos.
El ejército afirmó además haber hallado unos 1.500 cadáveres de combatientes de Hamas en suelo israelí.
Desde tierra, mar y aire, cientos de milicianos de Hamas atacaron el sábado Israel coincidiendo con el final de la festividad judía de Sucot.
En las calles, en casas, en cooperativas agrícolas e incluso en un festival de música, perpetraron matanzas de civiles sin precedentes desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Israel tomó represalias declarando una guerra para destruir las capacidades de Hamas, golpeando sin tregua la Franja de Gaza y desplegando decenas de miles de soldados en torno al territorio palestino y en su frontera septentrional con Líbano, donde se produjeron intercambios de disparos con el movimiento proiraní Hezbollah, aliado de Hamas.
«Todo miembro de Hamas es hombre muerto», declaró anoche Netanyahu en su primer discurso formal con su gabinete de guerra, formado el mismo día con Benny Gantz, uno de los principales líderes de la oposición.
El ministro de Energía israelí, Israel Katz, dijo hoy que su país no autorizará la entrada de productos de primera necesidad ni de ayuda humanitaria en Gaza mientras Hamas no libere a los rehenes.
«¿Ayuda humanitaria a Gaza? No se podrá encender ningún interruptor eléctrico, ni se podrá abrir ningún grifo ni entrarán camiones de carburante mientras los israelíes secuestrados no hayan vuelto a sus casas», dijo.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) indicó que está en contacto con Hamas para intentar liberar a los rehenes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también inició negociaciones con el movimiento islamista, según una fuente oficial.
Fabrizio Carboni, director regional del CICR para Oriente Próximo y Medio, hizo un llamamiento a ambas partes para que «reduzcan el sufrimiento de los civiles».
«Sin electricidad, los hospitales corren el riesgo de convertirse en morgues», señaló, con especial especial preocupación en relación a recién nacidos que se encuentran en incubadoras y a pacientes que requieren de oxígeno o están bajo tratamiento de diálisis.
Decenas de expertos independientes de la ONU condenaron los «crímenes horribles» cometidos por Hamas y la respuesta de Israel en Gaza, que tacharon de «castigo colectivo».
Los bombardeos israelíes alcanzaron decenas de edificios, fábricas, mezquitas y tiendas, según Hamas.
«Es como un apocalipsis o un terremoto»; los israelíes «vinieron a destruir, como si esta gente no mereciera vivir. Como si no fueran humanos», dijo entre las ruinas un residente del distrito de al-Karama, en Gaza, que no quiso dar su nombre.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, llamó a los países islámicos y árabes a cooperar para hacer frente a Israel.
El jefe del Gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz, acusó a Irán de haber permitido el ataque contra el Estado hebreo por su apoyo al Hamas en los últimos años.
Scholz dijo además que usará «todos sus contactos» para impedir una escalada en la región y liberar a los prisioneros.