Al brutal crimen de Ivana se le sumó otro lamentable hecho donde dos canallas fueron agredidos cuando iban en su motocicleta
Este lunes, se revelaron más episodios de violencia en la secuela del clásico rosarino. Después del asesinato de Ivana en las cercanías del Coloso, otro hincha de Central compartió su escalofriante experiencia en avenida Presidente Perón, cerca de la Granja de la Infancia y el predio de Newell’s, cuando volvía en moto junto a su esposa desde el Gigante de Arroyito. El hombre sufrió un traumatismo en el pecho y una fractura en la nariz debido al ataque perpetrado por personas «que estaban escondidas».
Alejandro, la víctima del ataque, relató su experiencia en el programa Radiópolis (Radio 2). Según su testimonio, alrededor de las 20 horas del sábado, de regreso del clásico en el Gigante de Arroyito, fue atacado por individuos que llevaban prendas de Newell’s cerca de la Granja de la Infancia. «Me tiraron una lata de cerveza que me pegó en el pecho, y después con algo que me rompió la visera del casco y me dio en la cara. Sentí que me habían lastimado y estaba chorreando sangre», relató Alejandro. «A mí me quebraron la punta de la nariz y tengo un hematoma en el pecho», continuó. «Mi mujer zafó, porque encima hace poquito fue operada. Nos salvamos porque teníamos el casco puesto», agregó.
Según la víctima, los agresores estaban «escondidos, esperando que pase alguien de Central para atacar». «Tiraron piedras a la moto también y la rompieron. Pudimos llegar a la YPF de Las Palmeras y ahí los playeros me asistieron y les agradezco un montón. Pude avisar al 911 sobre la situación. Después llamamos a la ambulancia y ahora tengo la nariz rota y un hematoma en el pecho».
En relación a estos hechos, minutos después del ataque a Alejandro, se produjeron disturbios entre la policía y hinchas que esperaban el micro de Newell’s, supuestamente para atacarlo debido a la derrota sufrida en el clásico. En este contexto, llegaron efectivos policiales que dispersaron a estas personas con balas de goma.
Testigos cercanos al lugar informaron que se escucharon al menos diez detonaciones y que al menos cinco vehículos policiales resultaron dañados. La violencia tras el clásico rosarino sigue siendo motivo de preocupación en la ciudad.