El proyecto presentado en la Cámara de Diputados busca modificar la Ley 22.421 para aumentar las penas y eliminar el uso de perros en la actividad para promover una mayor protección y conservación de la fauna silvestre en todo el país
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, y la diputada nacional Alicia Aparicio, presentaron una iniciativa para modificar la Ley de Conservación de Fauna con un abordaje integral que protega las especies en peligro.
El proyecto presentado en la Cámara de Diputados busca modificar la Ley 22.421 para aumentar las penas y eliminar el uso de perros en la actividad para promover una mayor protección y conservación de la fauna silvestre en todo el país.
Cabandié agradeció el trabajo conjunto para presentar este proyecto, “que va a modificar la ley fauna, con elementos tan significativos como, por ejemplo, la prohibición internacional de trofeos de caza”. Además, recordó que “está prohibido el tráfico internacional de trofeos de caza, pero queremos darle otra categoría, que sea ley, que tenga la fuerza de una ley” y “Nosotros queremos que esta discusión se dé en el Congreso nacional”.
El titular de Ambiente recordó algunas acciones llevadas adelante por su cartera, como “la creación de la Brigada de Control Ambiental”, mediante la cual se incautaron “1.600 individuos faunísticos provenientes del tráfico” y también “800 trofeos de caza”, en el transcurso de casi cuatro años de gestión.
En el acto que se llevó a cabo en la sede de la cartera nacional, el funcionario resaltó que “esto lo hace el Estado”, y agregó: “Creemos en el Estado. Tenemos que trabajar para que este Estado sea más eficiente, más eficaz”.
En este marco, Aparicio opinó: “Este proyecto que presentamos fue trabajado en conjunto con el Ministerio de Ambiente y en consulta permanente con muchas instituciones y fundaciones que se dedican al cuidado del ambiente”, a la vez que marcó la importancia de “llevar a debate, en el seno de la Cámara, la necesidad de actualizar la ley de conservación de la fauna”.
Entre los detalles del anuncio remarcaron que la norma surge en 1981 y hoy, a 40 años de democracia, nos debemos un debate abierto, libre y de cara a la sociedad que nos permita solucionar aquellas quejas que con mucha razón la ciudadanía nos está pidiendo resolver”.
Ley 22.421: modificaciones para la conservación de la fauna
La iniciativa, que busca modificar la Ley 22421, genera restricciones significativas vinculadas a la caza: prohíbe la importación, exportación y tránsito interjurisdiccional de todo trofeo de caza; la caza deportiva de animales declarados como monumentos naturales y aquellos en peligro de extinción y la cacería con perros. Además, incrementa los montos y las penas para que sean de prisión efectiva. En caso de reincidencia, las sanciones aumentarán un 20 %.
Para aquellas personas que cacen animales que sean monumento natural o los prohibidos por la autoridad de aplicación las penas aumentan de tres a seis años de prisión con inhabilitación especial de hasta diez años. Para quienes cacen animales silvestres en campo ajeno sin autorización, las penas aumentan a seis meses y dos años de prisión y con inhabilitación especial de hasta tres años.
En situaciones en las que esta acción se lleve a cabo de manera organizada o con concurso de tres o más personas o con armas, artes o medios prohibidos, la sanción se incrementa de cuatro a ocho años de prisión con inhabilitación especial de hasta 15 años.
En cuanto a la caza de animales silvestres con armas, perros, artes o medios prohibidos por la autoridad de aplicación, la pena se eleva de tres a seis años de prisión, con posible inhabilitación especial de hasta 10 años.
Comercio ilegal de animales: el cuarto lucrativo del mundo
El comercio ilegal de animales y vectores es el cuarto más lucrativo del mundo, y según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) genera entre 15 y 20 mil millones de dólares anuales, lo que da cuenta de la permanencia de la caza furtiva a escala global.
Los traficantes de especies silvestres utilizan técnicas cada vez más sofisticadas para ocultar su carga ilícita, por lo que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) puso en marcha un proyecto para acabar con el comercio por tierra y por mar de especies silvestres.
En los casos de Asia y África la organización internacional marcó las rutas clave y los puntos de tránsito para interceptar la mercancía, en dos de los territorios más conflictivos por el tráfico de rinocerontes, leopardos de las nieves, pandas rojos, orangutanes, tigres y elefantes, entre los más buscados.