El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción y la Bolsa de Comercio de Santa Fe plantea que en el total del área de estudio precisa que "el 60% de los trigales se encontraron en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 25% regular y un 15% malo"
La falta de lluvias, sumado a otros factores ambientales, afecta al 40% de los sembradíos de trigo del centro y norte de la provincia de Santa Fe, que entre otros problemas presentan poco desarrollo de las estructuras de las plantas, informaron hoy voceros del sector.
El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción del distrito y la Bolsa de Comercio de Santa Fe plantea dos zonas diferentes para el cereal, que en el total del área de estudio precisa que «el 60% de los trigales se encontraron en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 25% regular y un 15% malo».
«La variación porcentual de las condiciones de los lotes en el período reveló la realidad climática de la última semana y de las anteriores, en toda el área de estudio, donde se detectaron dos zonas bien diferenciadas», indica el trabajo.
En ese sentido, en el noroeste «los sembradíos prosiguieron el normal desarrollo de las etapas fenológicas», con «preemergencia floral o floración, sin inconvenientes, con bajos impactos por déficit hídrico», aunque con presencia de aves «que provocaron o provocarían daños en las espigas de los cultivos en ciclos más avanzados».
En cambio, en el resto de la superficie de estudio «las escasas a nulas lluvias consolidaron los indicadores que se habían registrado anteriormente en los sembradíos, con plantas con diferente coloración en las hojas, escasa altura, variado volumen de macollaje y poco desarrollo de sus estructuras».
En ese sentido, el informe señala que «en ciertas zonas o áreas tamberas se detectó un cambio en el destino del cereal, ya sea que se confeccionaron rollos o se lo picó y embolsó para consumo animal».
Por otra parte, el proceso de siembra del girasol y del maíz temprano estuvo esta semana paralizado por la escasa a nula disponibilidad de agua útil en la cama de siembra.
Esa situación «generó mayor incertidumbre, provocó nuevas decisiones y planificaciones, opción por otro cultivo, diferentes rotaciones o variaciones de las estrategias en el control de las malezas y en el aspecto comercial, la devolución o cambio de semillas».
En el caso del maíz temprano en las cuencas lecheras santafesinas, «el desplazamiento de las fechas de implantación ocasionó indecisión, así como interrogantes y dudas para el nuevo ordenamiento productivo».