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Las ventas cayeron alrededor de un 20 por ciento en agosto en calle San Luis


Pese a la celebración del Día del Niño, la facturación de los comerciantes se redujo respecto al año pasado. Por segunda vez consecutiva, los números caen dos dígitos en el popular paseo comercial

En sintonía con lo sucedido en todo el país, donde las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas tuvieron una nueva caída, los comerciantes del centro rosarino también registraron una disminución de su facturación. De acuerdo a un relevamiento realizado por la Asociación de Amigos de calle San Luis, las cifras de ventas en el mes de agosto cayeron entre un 14% y un 20%, si se las compra con el mismo periodo del año anterior.

Con la celebración del Día del Niño como ancla, agosto suele ser un mes auspicioso para el comercio minorista, en especial jugueterías, artículos de tecnología e indumentaria. Sin embargo, el mes pasado cerró con números más chicos que el año pasado.

Por segunda vez consecutiva, los volúmenes de ventas caen dos dígitos en el popular paseo comercial.

Según se analizó desde la asociación que representa a unos 400 comerciantes del corredor de calle San Luis, “los comercios consultados comentan que durante las últimas semanas sufrieron abruptas caídas de ventas, y que la incertidumbre y la falta de precios relativos afectan directamente el ánimo de consumo”.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

De esta forma, “la devaluación sumada a la inflación y los movimientos cambiarios tienen gran impacto en la caída de las ventas, que venimos comunicando desde principio de año”.

Para los dueños de los comercios, la distorsión afecta a los precios debido no sólo a la inflación y la devaluación, sino en algunos casos casos por mera especulación de los formadores de precios, sobre todo de los artículos de primera necesidad que el consumidor no puede postergar.

Por último, advirtieron, “este combo nefasto de los factores anteriormente citados, acompañados de recesión, nos trae la tan temida estanflación que puede llegar a tener efectos muy negativos en la economía, por sobre todo si se prolonga en el tiempo, afectando directamente a los consumidores y en consecuencia al comercio y a la industria”.