Las jugadoras habían manifestado que no representarían a España hasta que se introdujeran nuevos cambios en la federación
La Selección española femenina de fútbol, campeona del mundo, ha acordado poner fin a su boicot después de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dijera que iba a realizar «cambios inmediatos y profundos» en su estructura.
La decisión se tomó hacia las 5 de la mañana, tras más de siete horas de reuniones en un hotel de Oliva, a una hora de Valencia, en las que participaron las jugadoras, responsables de la RFEF, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el sindicato femenino FUTPRO.
Las jugadoras habían manifestado que no representarían a España hasta que se introdujeran nuevos cambios en la federación, ahondando en una crisis que se inició después de que el expresidente (de la RFEF) Luis Rubiales besara en los labios a Jenni Hermoso durante la ceremonia de presentación del Mundial.
«Hemos llegado a una serie de acuerdos que mañana van a ser redactados y firmados por parte de la federación y del CSD», dijo a la prensa el presidente del CSD, Víctor Francos.
«Las jugadoras también nos han expresado su preocupación sobre la necesidad de hacer cambios en la Federación Española de Fútbol y la federación se ha comprometido a que estos cambios se produzcan de manera inmediata».
Ni Francos ni Rafael del Amo, presidente de la Comisión Nacional de Fútbol Femenino, quisieron dar más detalles sobre los cambios a realizar, limitándose a decir que se anunciarán «próximamente».
«Se considera un acercamiento de posturas. Es el inicio de un largo camino que nos queda por delante», declaró a la prensa la presidenta de la FUTPRO, Amanda Gutiérrez, quien agregó: «Ellas, una vez más, se han demostrado coherentes y han decidido la gran mayoría tomar la decisión de quedarse por el bien de este acuerdo».
Después de que la mayoría de las ganadoras de la Copa Mundial Femenina fueran seleccionadas para los próximos partidos, las jugadoras dijeron en un comunicado conjunto que tomarían la «mejor decisión» para su futuro y su salud después de estudiar las implicaciones legales de ser incluidas en una lista de convocadas de la que habían pedido quedar fuera.
Argumentaron que la federación no puede exigir su presencia porque, según ellas, la convocatoria no se realizó dentro de los parámetros del organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, en cuanto a plazos y procedimiento.
Las jugadoras podrían haberse enfrentado a sanciones que incluyen multas de hasta 30.000 euros (32.000 dólares) y la suspensión de su licencia federativa de dos a 15 años, según la Ley del Deporte española, si hubieran rechazado la convocatoria.
La nueva seleccionadora, Montse Tomé, convocó a veinte jugadoras que dijeron que boicoteaban al equipo, y aunque todas ellas se presentaron el martes al entrenamiento, dos decidieron abandonar la convocatoria por «motivos personales».
Ninguna de las jugadoras sería sancionada y se acordó que sus identidades permanecerían en el anonimato.
«La primera cosa que se les ha dicho ha sido: quien no esté a gusto, no se vea con fuerzas, que sepa que no se va encontrar ni en la federación ni en el CSD con un proceso sancionador», dijo Francos.
La revuelta de las jugadoras se desencadenó después de que el expresidente de la RFEF Rubiales besara en los labios a la delantera Hermoso tras la victoria de España en el Mundial.
Hermoso ha rebatido la insistencia de Rubiales en que el beso fue consentido, lo que desató un debate nacional sobre la cultura machista en el deporte y acabó provocando la dimisión de Rubiales.
Hermoso no estaba en la lista de convocadas anunciada el lunes y acusó a la RFEF de intentar dividir y manipular a las jugadoras.
España debutará el viernes en la Nations League femenina contra Suecia en Gotemburgo, antes de jugar contra Suiza en Córdoba el 26 de septiembre.
La Nations League determinará qué equipos de Europa se clasifican para los Juegos Olímpicos de París 2024.
La RFEF informó de que las jugadoras tendrían un desayuno tardío tras descansar y realizarán su primer entrenamiento el miércoles por la tarde antes de viajar a Gotemburgo el jueves por la mañana.