El hijo de López afirmó que ni su hermano ni él perderán la esperanza. Apuntó que "ojalá" sean ellos quienes conozcan la verdad pero dijo que, si eso no ocurre, "las futuras generaciones, mis nietos y mis sobrinos van a saberlo porque el reclamo va a estar siempre"
Rubén López, uno de los hijos de Jorge Julio López, el albañil sobreviviente de la dictadura que desapareció en 2006 durante el juicio en el que testificó contra el represor Miguel Etchecolatz, afirmó hoy que «nunca» perderá la esperanza de saber qué ocurrió con su padre porque «el reclamo va a estar siempre», y rechazó los discursos «negacionistas y apologistas de la dictadura».
«Hoy, cuando se cumplen 17 años de su segunda desaparición, renovamos el pedido de justicia y decimos: nunca más es nunca más, pero sin López no se puede terminar esta historia», dijo Rubén en declaraciones a Télam.
El 18 de septiembre de 2006 fue el día en el que debían leerse los alegatos del juicio a Etchecolatz en el Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata, y estaba previsto que el albañil estuviera presente. Pero nunca llegó.
Jorge Julio López brindó un testimonio considerado clave para condenar al represor al declarar en la audiencia del 28 de junio de 2006, ya que pudo identificar a Etchecolatz como quien participó del operativo en el que fue secuestrado a fines de octubre de 1976, y como uno de los que le aplicaba torturas a él y a otros detenidos en el centro clandestino Arana.
Rubén rememoró que «ayer hicieron 17 años de la última vez que ‘Koqui’, mi mujer, y yo, lo vimos en su casa de Los Hornos».
«Cargué unos muebles y herramientas, pasamos por la cocina y saludamos a mi vieja, mi hermano y a mi viejo, ‘Tito’. Ese día yo no lo podía acompañar porque tenía que trabajar así que nos tomamos unos mates y nos fuimos sin saber que sería la última vez», contó.
Y prosiguió: «Pasaron 17 años y no sabemos nada, no tenemos ninguna información, ni pista certera. Hay sospechas, pero ninguna se puede comprobar. No hay testigos que nos digan nada. Y ahí está la situación de impunidad en la que se basa la desaparición forzada de personas», describió y lamentó que un hecho así ocurra en democracia.
El hijo del testigo sostuvo que la semana pasada le pidió al abogado de su familia que solicite ante la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de La Plata, a cargo de Hernán Schapiro, «un informe» para saber «en qué estado está la causa».
«Lo que nos contó el fiscal hace dos años era que se estaban haciendo investigaciones de las llamadas del 18 de septiembre de 2006 y relevándose todos los cuerpos NN enterrados en los cementerios de toda la provincia entre 2006 y 2021. Pero no hubo avances porque sino me hubieran llamado», detalló Rubén.
El hijo de López afirmó que ni su hermano ni él perderán la esperanza. Apuntó que «ojalá» sean ellos quienes conozcan la verdad pero dijo que, si eso no ocurre, «las futuras generaciones, mis nietos y mis sobrinos van a saberlo porque el reclamo va a estar siempre».
Rubén señaló que «hoy, como cada año, seguimos reclamando a la Justicia que nos dé respuestas e intentando visibilizar este hecho».
También anunció que hoy a las 17 participará de la reinauguración de un mural en Berisso en memoria de su padre, y que fue recuperado tras haber sido vandalizado.
En tanto, organizaciones de derechos humanos, estudiantes, partidos políticos y organizaciones sociales y gremiales concentrarán a las 17 en Plaza Moreno para renovar el pedido de justicia por Jorge Julio López.
Por otro lado, Rubén invitó a la población «a reflexionar y pensar sobre estos grupos y partidos pro-dictadura que dan miedo porque ya no son negacionistas sino que son apologistas porque promueven la dictadura».
«Si hubiera una ley contra el negacionismo, figuras como Javier Milei y Victoria Villaruel no hubieran llegado a ser diputados. No se cuidó a los testigos y hace 17 años que no está López. Ahora lamentamos las consecuencias. Por eso les pido que piensen muy bien que van a hacer porque esta gente viene por todos», advirtió.