Este miércoles se desató un motín y un intento de fuga en la comisaría 10ª, ubicada en Darregueira al 1100, durante un control de rutina. A pesar del intento de escape de los detenidos, la policía logró evitarlo y controlar la situación, aunque con consecuencias.
Según lo que se ha podido averiguar, el intento de fuga ocurrió durante un control de rutina en la comisaría. Los reclusos se organizaron y buscaron raudamente la puerta de salida.
Durante los enfrentamientos para contener la situación, el comisario de la comisaría resultó herido en la cara, y uno de los detenidos sufrió un rasguño por el disparo de una escopeta antitumulto. Ambos fueron atendidos en el hospital Alberdi, pero ninguno de ellos presentaba heridas graves.
Además, se aseguró la zona de la comisaría y se logró controlar a los presos nuevamente, evitando la fuga.
El jefe de la Unidad Regional II (URI II), Daniel Acosta, habló tras controlar la situación y afirmó: «Cuando ingresa al penal a fin de realizar un control y conteo de detenidos, como es de estilo todas las mañanas. Uno de los detenidos comienza a increpar al jefe de la dependencia hasta agredirlo físicamente, con la colaboración de otros internos».
«El personal policial que estaba junto al jefe intenta y logra luego de un encontronazo con estos detenidos de establecer el orden hasta que llegan las unidades de apoyo que son de infantería y comando que estaban patrullando la zona», resumió.
En la Comisaría 10 hay 48 detenidos, según Acosta, cuando la capacidad es para 12. Al momento del asalto había 43 reclusos debido a que otros cinco estaban abocados a «recaudos legales».
Acosta también proporcionó datos sobre la situación de hacinamiento: «En todo el departamento Rosario tenemos 444 detenidos con una capacidad para 142. Estamos sobrepasados».