El candidato a concejal por Juntos Avancemos dialogó con CLG sobre las propuestas que buscará impulsar en caso de llegar al Palacio Vasallo
Con la llegada de septiembre, la provincia de Santa Fe define su futuro político. Las elecciones del 10 de septiembre se viven a pleno y los candidatos ultiman detalles y redoblan esfuerzos para lograr la aceptación de los votantes. Camino a esa disputa electoral está Mariano Romero, primer candidato a concejal de Rosario por la lista Juntos Avancemos, del peronismo. CLG dialogó con el abogado militante del Movimiento Evita para conocer sus propuestas y pensar el próximo Palacio Vasallo: “Representamos una forma de construcción política que es distinta. No solamente distinta por lo que queremos hacer y lo que queremos transformar Rosario muy desde abajo, sino también por la forma que queremos hacerlo. Venimos de una militancia que tiene mucho que ver con lo social desde abajo y también entendemos de esa manera la construcción política, de manera colectiva”.
En este sentido, el candidato a concejal aseguró que sus propuestas no están pensadas “en ningún escritorio”, sino que “son propuestas que recogen lo que siente la gente, lo que piensa la gente, escuchamos a cada uno de los vecinos y a partir de eso hacemos una síntesis que permite construir colectivamente estas respuestas que nosotros venimos dando, muchas veces por fuera del Estado y que hoy queremos llevarla también como una política de Estado”.
Una de las propuestas mencionadas por Romero está sobre el “consumo problemático muy complejo en la cual la intervención del actual Estado es mínima. Nosotros, desde las organizaciones sociales, tenemos dispositivos de abordaje de consumo problemático en el territorio”.
«Son dispositivos abiertos prácticamente todo el día para toda la comunidad con equipos profesionales de salud mental para poder actuar de manera preventiva pero también para abordar esas problemáticas del territorio”, explicó el militante del Evita.
Por otro lado, destacó el impulso que logró en la urbanización de barrios populares, con el apoyo de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) de la Nación: “Esto es una deuda pendiente claramente que tiene que tomar escala. Tenemos 112 barrios populares en Rosario, según el Renabap, que no tienen acceso a servicios tan básicos como el agua, por ejemplo”.
Un tercer punto a destacar es la “experiencia educativa de gestión social”: “En nuestro caso tenemos espacios de primera infancia y hoy el municipio no tiene ningún espacio de primera infancia. Son fundamentales para que los padres puedan acceder a un trabajo sin necesidad de pagar una niñera que muchas veces los ingresos son menores a los de una niñera”.
«Tenemos que garantizar también que las infancias estén cuidadas y puedan tener acceso a la educación. Ese es un programa que es fundamental. El municipio, la verdad, tiene una política educativa es nula”, planteó Romero.
Además, el abogado remarcó la importancia de organizar la producción de la economía popular y definió: “Aquellos que han quedado de manera estructural afuera del mercado de trabajo, nosotros tratamos de unirlos, tratamos de capacitarlos y generar cooperativas que hoy están produciendo, están teniendo buenos ingresos, sobre todo en algunos rubros como carpinterías, el sector textil, que en nuestro país el 40% de la producción de textil nacional pasa por manos de trabajadores y trabajadoras de la economía popular”.
Otra de las propuestas que buscará impulsar desde el Palacio Vasallo será el modelo de producción de huertas agroecológicas: “Tenemos un modelo de producción de panificación y tenemos un modelo también de comercialización, que es el mercado popular dando una muestra de que se puede hacer, y mucho, desde el Estado».
La #RosarioSinMiedo va a ser una ciudad en la que la Municipalidad esté al lado del que trabaja y el que produce. Conocé dos de las propuestas que vamos a presentar apenas entremos al Concejo. pic.twitter.com/7uBuYn87ii
— Mariano Romero (@Mariano_Romero5) September 2, 2023
¿Qué pasa con la nocturnidad en Rosario?
Luego de recorrer la noche rosarina y consultar a vecinos, dueños de locales y los consumidores, Romero aseguró que hay que plantear un esquema “que permita garantizar una facilidad para la integración y la instalación de muchos de los lugares que hoy se encuentran con un esquema completamente acartonado que lleva, progresivamente, a que los espacios en los cuales nos divertíamos y la oferta cultural, sobre todo de la noche, vaya achicándose”.
Bajo esta misma línea, Romero afirmó: “Podemos generar también condiciones para una noche más segura y con una mayor oferta y diversidad”.
¿Y el transporte en Rosario?
“Está en crisis”, fue la primera definición que ofreció el candidato. “Claramente, el sistema tal como está planteado, no solamente para colectivos, sino para camiones y taxis, no va más. En colectivos, la empresa Rosario Bus tiene la línea que mayor corte de boleto hace. Tenemos un sistema que tuvo una fusión de líneas que permite cada vez que haya menos cuadras para tomarse un colectivo y, además, ni siquiera funciona el Cuando Llega”, agregó con firmeza el candidato.
Para Romero cada vez hay menos pasajeros y se llegó a una dependencia de la Nación, por lo que llamó a “invertir en el sistema para que vuelva a ser rentable”.
A partir de allí pidió: “Necesitamos que el sector público absorba la totalidad de las líneas y necesitamos cambiar también el sentido de los colectivos que van de manera total y completamente concéntrica con una merma a la noche y una merma en aquellos barrios que han transcurrido hechos de violencia y que los colectivos no entran en la noche”.
“Necesitamos darlo de vuelta, necesitamos que haya conexión entre los barrios, necesitamos que los colectivos pasen a la misma frecuencia todas las horas y eso va a usar también la seguridad a la noche rosarina”, sentenció el candidato.
Lograr que los rosarinos se queden en Rosario
Romero planteó que hace 30 años Rosario no crece ni territorialmente ni demográficamente. “Somos una ciudad donde se ha multiplicado la construcción, cada vez hay más viviendas y cada vez hay más viviendas que están desocupadas. También Rosario expulsa la producción, hay un número de empresas que deciden irse de la ciudad y eso se da porque, en primer lugar, presenta una situación de violencia crítica, pero presenta una situación estructural, tenemos una ciudad que está destruida, literalmente las calles son intransitables, la movilidad es tremendamente mala, en los barrios populares se vive muy mal, sin servicios, ni siquiera la recolección de residuos en muchos de esos lugares”.