Al conmemorarse este martes el Día de la Persona Donante de Órganos, Silvia Trivisonno, mamá de Antonella, la recuerda y da un mensaje a la sociedad
Silvia Trivisonno, madre de Antonella, la niña rosarina víctima de un accidente de tránsito y donante de sus órganos, afirmó hoy que la iniciativa «es una actitud ante la vida y no una decisión al final ante la muerte», al hablar en el marco del Día de la Persona Donante de Órganos que se conmemora hoy en Argentina.
Silvia recordó de esta forma a su hija María Antonella quien murió en 1999 a los 6 años en Rosario y cuyos órganos fueron donados por decisión de la familia.
«Lo que venimos planteando desde nuestro esfuerzo y compromiso es que la donación de órganos tiene que ver con mejorar nuestra propia calidad de vida y la de los que nos rodean», dijo Trivisonno al encabezar la conmemoración en Rosario.
«Con el tiempo pudimos entender que donamos los órganos de Antonella no por como murió sino por cómo vivió, porque la donación tiene que ver con la vida y no con la muerte», enfatizó.
En ese sentido, señaló que su hija era «una explosión de vida», y contó que la niña era la que primero salía a recibir al papá cuando llegaba de trabajar, la primera en subirse a un banquito para ayudarle a ella en la cocina; y que esperaba al hermano mayor, Nicolás, para jugar a la pelota, y lo mismo hacía con Agustina, hoy profesora de inglés, con quien jugaban a la maestra y hacían la tarea juntas.
«Era la que nos sostenía a cada uno porque no solo hacía lo que quería, sino también, lo que todos necesitábamos», afirmó la mujer.
«Es desde ese lugar de donde empezamos a contar que esa es la actitud donante, que tiene que ver con la increíble vida que tuvo nuestra hija», remarcó, y apuntó: «Por eso cuando hablamos con otros papás, cada uno recuerda a su familiar por la vida diaria que pasaron juntos y por cómo los llenaron de amor».
En esa línea, su esposo Alejandro, destacó que «hace 25 años, antes de que falleciera Antonella, pensábamos que la donación era un tema para otras familias, para el que salía en la tele, el que estaba enfermo, pero la donación te puede atravesar en cualquier momento y de cualquier forma».
«Por eso -continuó- llamamos a todos a involucrarse, a pensarlo, trabajarlo y hablarlo dentro de las familias, porque la donación tiene que ver con que lo mejor de mi pueda vivir en vos cotidianamente».
Este día se conmemora desde 2020, cuando el Senado de la Nación sancionó la ley que declara el 29 de agosto como el Día de la Persona Donante de Órganos, en homenaje a María Antonella Trivisonno, una niña de 6 años que murió en un accidente vial en 1999 cuando el automóvil que conducía su mamá fue chocado por otro que pasó el semáforo en rojo en la ciudad de Rosario y que se transformó en un emblema de la donación de órganos.
La conmemoración en Rosario comenzó a las 8 en el Monumento Histórico Nacional a la Bandera, con el izado de la enseña patria «como el símbolo que nos cobija a todos bajo una misma patria que abraza a sus donantes», enfatizó Trivisonno.
Cerca del mediodía, múltiples ONGs locales, acompañaron a la mujer y sus familiares para inaugurar un banco en la Plaza Pringles de esa ciudad como homenaje y visibilización de la persona donante de órganos que fue pintado de naranja, color elegido «porque se produce gracias al encuentro de pigmentos totalmente distintos que luego forman un solo tono muy potente y llamativo que representa nuestra tarea de difundir la donación», dijo la mamá de Antonella durante la ceremonia.
«Todas las ONGs juntas buscamos invitar a las personas a participar con una pincelada para transformar la realidad como muestra de que los pequeños gestos unidos crean algo más grande», explicó.
«Este era un banco oscuro que con una pequeña acción de todos quedó lleno de luz, de color y de vida», abundó.